viernes, 23 de noviembre de 2018

La satisfacción laboral también es posible en la Administración

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Wolters Kluwer.- Las palancas de motivación en la Administración Pública no funcionan igual que en la empresa privada, pero los motivos que conforman la satisfacción frente al trabajo son los mismos. Saber reconocerlos y gestionarlos precisará de un empuje decidido de la dirección.

La Experiencia Empleado es un término que aunque parece novedoso asociado a los RRHH no es más que una extensión de la clásica satisfacción laboral. Toda actividad emprendida por los humanos busca, además de unos beneficios, un grado de satisfacción personal que, por lo general, está relacionado con las respuestas afectivas que un individuo experimenta ante su actividad laboral. Por ello es creciente el interés por implantar en el ámbito laboral sistemas de calidad donde la satisfacción ha pasado a ser uno de los componentes fundamentales.

De las numerosas investigaciones que se ha realizado acerca de la cuestión, se ha podido configurar los factores principales que la determinan. Así, entornos no saludables, espacios físicos inadecuados, problemas de equipamientos o cualquier otra circunstancia que revele un desinterés por el nivel de salud y seguridad de las condiciones de trabajo supone un obstáculo en la mejora de la productividad y eficiencia de la organización así como en la satisfacción de los trabajadores.

Circulo de satisfacción
Junto a la seguridad, lo relacionado con la retribución, oportunidades de promoción, supervisión, compañeros, formación o carga de trabajo, completan el círculo de la satisfacción.

El mundo de la Administración Pública no es ajeno a esta tendencia y, debido a su compromiso de Servicio Público, es uno de los más interesados, si cabe, en promover políticas de este talante entre sus empleados, como se pudo comprobar recientemente en la celebración del I Foro Nueva Administración celebrado en Madrid.

En este sentido, la Administración de Justicia de la Junta de Andalucía en la provincia de Almería hizo un estudio analizando la incidencia de las condiciones de trabajo sobre el nivel de satisfacción laboral. Los resultados del mismo pusieron de manifiesto que el nivel de satisfacción en general no es especialmente elevado: la ambigüedad, sobrecarga y conflicto de roles con respecto al desempeño de tareas que no corresponde a su puesto o categoría profesional, son los aspectos que generan más insatisfacción junto al ritmo excesivo de trabajo, la escasez de personal y la falta de adecuación de los equipamientos (ordenadores, nuevas tecnologías, etc).

Asimismo, el salario, la falta oportunidades de promoción y los sistemas de “recompensas” por el trabajo bien hecho no promueven el nivel de satisfacción deseado. La falta de reconocimiento ante el trabajo bien hecho; la poca atención que se presta a sus sugerencias; la forma en que son dirigidos y las relaciones laborales entre los directivos y los trabajadores de la empresa son los principales escoyos de los trabajadores de la Administración, que también se duelen de las pocas oportunidades que se les brindan para que puedan demostrar sus habilidades y la escasa variedad en las tareas y trabajos que desempeñan.

Frente a esto, son las cuestiones ligadas a las relaciones interpersonales las que se muestran más positivas, confirmando así la importancia de las relaciones sociales en el lugar de trabajo y su incidencia no sólo en la satisfacción laboral sino también en la eficacia organizacional. Junto a ellas, la cantidad de responsabilidad que se les confía o libertad que se les otorga para elegir su propio método de trabajo conforman las principales palancas de satisfacción laboral en la Administración.

El aliciente de la promoción y formación
Las cuestiones referidas a la promoción y formación continua son también, uno de los principales alicientes. De manera que, lo trabajadores que cuentan con mayores posibilidades de formación continua, mayor oportunidad para la promoción y con una mayor estabilidad laboral, expresan también mayores niveles de satisfacción.

Conseguir el compromiso de los miembros de una organización, sea ésta pública o privada, precisa pues de una mirada a las necesidades y factores por los que una persona trabaja. El reconocimiento social, la relación con los compañeros o el sentimiento de utilidad son palancas muy potentes en la Administración Pública, por lo que explorar el potencial de mejora de la motivación intrínseca, reflexionar en profundidad con los responsables de RR.HH. de la institución y diseñar una estrategia de actuación que potencie el sentimiento de logro en el trabajo abrirá nuevos horizontes para los trabajadores públicos.

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