Por Blog de Víctor Almonacid.- Aunque no pudimos estar en el I Congreso de la Red Localis, sí podemos corresponder a la
amable invitación de colaborar en la publicación correspondiente al mismo, a
modo de compendio de los diferentes temas allí tratados, y más concretamente
dentro del bloque “Nuevos servicios para los municipios del S.XXI: ciudades
inteligentes y tecnologías”.
A continuación compartimos la ficha, sinopsis,
estructura y un par de breves cortes de nuestro ensayo, con la doble finalidad
de compartir algunas de nuestras reflexiones y de difundir la publicación de
mis amigos de Red Localis.
Título: Nuevos servicios para una nueva sociedad.
Reflexiones en torno a los datos, las personas, la tecnología y la
Administración: ciudades y territorios inteligentes.
Autor: Víctor Almonacid Lamelas. Secretario General del
Consell Insular de Eivissa.
ABSTRACT. La sociedad moderna –mejor informada y, en consecuencia, más
exigente-, demanda una serie de servicios públicos, especialmente a los
Ayuntamientos, que superan con mucho los clásicos servicios de alumbrado,
pavimentado y recogida de basura.
Paradójicamente se debe alcanzar este alto
nivel en su prestación en un momento de dispersión del concepto “servicio
público local”, penetrado por la tendencia –y la necesidad- de colaboración
público privada, colaboración “público-pública” y participación ciudadana. Para
gestionar este enorme cambio de paradigma resulta preciso poner en marcha una
maquinaria, a modo de círculo virtuoso, que nos llevaría de la administración
electrónica a la contratación electrónica, de ahí a los servicios inteligentes,
y de aquí a los Territorios Inteligentes.
Yo soy un ciudadano, no de Atenas o Grecia, sino del
mundo (Sócrates)
Primera parte. Los servicios públicos locales en la
actualidad: ni servicios, ni locales… Ni tan públicos.
1.1. Crisis del concepto servicio público y “megacrisis” del
servicio público local.
1.2. Modelo europeo de servicio público.
1.3. Legislación española: Ley de sostenibilidad y Ley de
racionalización.
1.4. Necesidad de colaboración público privada.
1.5. Necesidad de colaboración “público-pública”
(interadministrativa) y participación ciudadana (open government).
1.6. Ejemplos reales de éxito.
Segunda parte. Primer Círculo Virtuoso (ICV): eGov – eProc –
Smart City – Territorio Inteligente.
“…la digitalización del procedimiento es la base, el
elemento troncal, del servicio público moderno. Cuando el procedimiento es
electrónico estamos muy cerca de la administración electrónica, un concepto más
amplio que incluye al anterior. Por otra parte, de todos los procedimientos que
debemos digitalizar, el de contratación entronca directamente con los servicios
inteligentes, toda vez que la vida de un contrato tiene un par de fases que
podríamos denominar procedimentales –preparación y adjudicación- y otras dos de
servicio público –esencialmente la ejecución del contrato y también su posible
extinción anticipada-. Finalmente, si el servicio público municipal alcanza el
nivel de “inteligente”, no tiene sentido que este se ciña a un término
municipal, no siendo complicado que se amplíe a partir de esta buena
implantación y abarque un territorio de ámbito provincial, insular, o al menos
metropolitano o comarcal, o bien empezar directamente por este ámbito
territorial supramunicipal”.
2.2 Contratación electrónica (eProcurement)
2.3 Servicios inteligentes (Smart City).
2.4 Territorios Inteligentes (supramunicipales e infra
regionales).
Tercera parte. Conclusión: los “territorios locales” son la
administración del futuro.
3.1 Segundo Círculo Virtuoso (IICV): Conectividad – Big Data
– Open Data – Open Government – Smart City.
“…parece claro que, aunque la tecnología no es el fin, sin
duda es un medio esencial para permitir este nivel de servicio público, máxime
en ámbitos territoriales superiores a los clásicos pueblos y ciudades. Por
tanto, el elemento tecnológico primordial para el desarrollo de los servicios
inteligentes es la conectividad. Aumentando y sobre todo controlando –en el
buen sentido- las conexiones, la Administración obtendrá miles de millones de
datos (Big data), bastantes de los cuales podrá compartir con el tejido social
y empresarial (Open data), de modo que cada usuario de esta gran cantidad de
datos podrá (re)utilizarlos en beneficio de sus intereses, siendo siempre los
de la administración de carácter público, y los del resto a veces público
(participación ciudadana) y a veces privado (emprendimiento).”
3.2 El futuro.
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