Por Antonio Sánchez Zapata.- Blogs Novagob.- En mi línea de blog, me he
encontrado este post
de la empresa holandesa CitizenLab en inglés sobre participación ciudadana
electrónica donde las reflexiones son aplicables a cualquier entorno y país,
independientemente de su legislación interna, la cultura participativa, etc. No
he hecho una traducción literal, ya que he adaptado algún término a nuestra
terminología hispana, donde ya empiezan a haber experiencias a evualuar como Decide Madrid y su sistema en
expansión Consul.
Allá vamos:
1.- "La participación
ciudadana es cara"
Existe una opinión popular
entre las ciudades de que la participación ciudadana es cara. Puede ser el caso
en su forma actual porque todavía se basa exclusivamente en procesos largos y
costosos tales como buzones de ideas a bolígrafo y papel o reuniones presenciales
en instalaciones municipales.
Sin embargo, la
participación ciudadana no tiene que ser cara: hoy en día algunas herramientas
digitales permiten a los responables municipales reunir las ideas de un gran
número de ciudadanos con mínimos esfuerzos. Recopilar y procesar las ideas de
los ciudadanos se hace simplemente a través de la automatización y no requiere
mucho tiempo ni mano de obra. Por lo tanto, se puede ahorrar reasignando parte
de la fuerza de trabajo (y presupuesto) a otros proyectos.
2.- "La participación
ciudadana siempre involucra a la misma gente"
¿Tiene que ser la
democracia participativa el privilegio de unas pocas personas? Bueno, si fuera
el caso, seguiría siendo participativo pero no democrático, ¿verdad? Así que la
respuesta definitiva a esa pregunta parece ser "no". La mayoría de
las reuniones de ayuntamientos son atendidas por grupos de mayores, lo que
significa que las ciudades tienen que encontrar otras maneras de involucrar a
los jóvenes en su gobierno.
Afortunadamente, la era digital ofrece muchas oportunidades para alcanzarlos efectivamente y superar su problema más crítico: las limitaciones de tiempo. El mayor grupo de usuarios de plataformas de "civic engagement" electrónicas son jóvenes profesionales con un horario extenso. Les da la posibilidad de interactuar directamente con los gobiernos locales y sus conciudadanos como nunca antes.
3.- "La participación
ciudadana obliga a nuestro gobierno local a implementar las ideas que han
recogido".
Algunos servidores
públicos y/o responsables políticos de las ciudades creen que la participación
ciudadana electrónica pondrá una presión insoportable sobre los gobiernos
locales para llevar a cabo las ideas propuestas por los ciudadanos. Nuestra
experiencia a este respecto es que se debe gestionar las expectativas. Las
ciudades deben enfatizar que el objetivo final de una iniciativa de
participación ciudadana es enriquecer el proceso de toma de decisiones con una
voz adicional y comentarios valiosos de la multitud, no para vincularlos en
términos de resultados.
Al final, la participación ciudadana es un acuerdo ganador: por un lado las ciudades toman mejores decisiones gracias a los aportes valiosos de los ciudadanos y, por otro lado, los ciudadanos tienen voz en la gestión de su ciudad.
4.- "Las iniciativas
de participación ciudadana sólo recogen quejas".
La creencia de que los ciudadanos en su mayoría utilizan herramientas de
participación electrónica para escribir quejas a los funcionarios de la ciudad
es uno de los mitos más grandes que existen.
De hecho, la mayoría de la
gente adopta una actitud realmente constructiva hacia la participación y trata
de proporcionar su mejor solución para mejorar la calidad de vida no sólo en su
vecindario, sino también en toda la ciudad. Para las ciudades también es una
forma de mantener a los ciudadanos informados y empoderados, por lo tanto,
reduce el número de quejas después de la toma de decisiones ya que los
ciudadnos ya dieron su opinión anteriormente.
5.- "La participación
ciudadana electrónica requiere de un intenso trabajo humano o altamente
cualificado para que sea implementada y manejada"
A pesar de que la participación "presencial" necesita un muchas
personas para organizarse adecuadamente (reuniones del ayuntamiento /
vecindario, ...), no es necesariamente el caso de la participación ciudadana
electrónica.
Plataformas de participación electrónica permiten a los funcionarios públicos aprovechar el conocimiento de la multitud de una manera que no es equivalente al tiempo ni las personas que consumen. Dichos softwares combinan automáticamente las ideas de los ciudadanos y no requieren que los usuarios tengan conocimientos técnicos.
Empezar a construir el
futuro
Las ciudades que quieren
convertirse en "inteligentes" en el futuro deben adoptar la
participación ciudadana electrónica, ya que es una forma barata de crear valor
público aprovechando la experiencia de los ciudadanos. También reforzará la
legitimidad de los gobiernos haciendo más transparente, colaborativa y
democrática la toma de decisiones.
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