viernes, 27 de enero de 2017

¿Toca suelo la corrupución en España?

España está en el puesto 41, con la misma puntuación de 2015 (58/100) pero  empeoramos en la clasificación respecto al año pasado ( 36º) pues nos adelantan, por ejemplo, Portugal y Polonia

Por Antonio Arias. Blog Fiscalización.es.- El Índice de Percepción de la Corrupción 2016 que ha hecho público Transparencia Internacional (TI) analiza las percepciones sobre corrupción en el sector público en 176 países. Un ranking que puntúa los Estados en una escala entre 0 (muy corrupto) a 100 (muy limpio) cuyos resultados son admitidos sin crítica alguna por la comunidad política o académica de todo el mundo civilizado.
España en el puesto  41º del Ranking de la
corrupción mundial 2016
Como viene ocurriendo desde hace más de veinte años, los países con características de gobierno abierto, amplia libertad de prensa, sólidas libertades civiles y sistemas judiciales independientes tienen menor corrupción. En ese índice de Percepción de la Corrupción, Dinamarca y Nueva Zelanda muestran los mejores resultados, con puntuaciones de 90 sobre cien, seguidas de cerca por Finlandia (89) y Suecia (88). Por abajo, continúan ocupando los últimos puestos los Estados fallidos como Somalia o Sudán del Sur o cuasifallidos como Corea del Norte, Siria, Afganistán o Venezuela.

España no mejora
España está en el puesto 41, manteniendo la misma puntuación de 2015 (58 sobre 100) pero aun con los mismos puntos empeoramos la clasificación respecto al año pasado (que éramos el 36) pues nos adelantan, por ejemplo, Portugal y Polonia. España está entrando en un pelotón de países que se están acercando peligrosamente a la corrupción sistémica.
ipc2017
TI reconoce que, en su conjunto, España no tiene corrupción sistémica, como ocurre en un gran número de países, sino múltiples escándalos de corrupción política en los niveles superiores de los partidos y de los gobiernos, nuestra imagen ante el mundo vuelve a enturbiarse.

España tiene un problema de corrupción política muy serio y se tiene que afrontar de manera integral y sin parches”.

Las razones del continuo descenso anual son complejas; por una parte, los sistemas de investigación policial se han mostrado relativamente eficaces y han venido aflorando numerosos casos de corrupción:

“Estamos seguros de que la detección es todavía deficiente y numerosos casos han quedado en la impunidad, entre otras cosas por la falta de protección a los denunciantes de corrupción; por otra parte, las denuncias de los medios de comunicación y el relevante eco social y atención prestada a los casos ahora aflorados han influido intensamente en la percepción ciudadana, generando un estado general de indignación que lleva a que España sea el país de la UE donde más ha crecido la percepción de corrupción en los últimos cinco años. También es cierto que la crisis económica ha incrementado el nivel de exigencia social, y aunque la justicia viene cumpliendo su función con cierto rigor, a pesar de su lentitud, se ha generado desde fines de 2009 un muy alto nivel de alarma social y una sensación muy peligrosa de que al final habrá impunidad en los casos relevantes”

Para el informe, los datos de este año deben constituir el suelo desde el que iniciar el proceso riguroso de mejora. No faltará quien prefiera comparar la situación con revolcarse en el fango, pues tal día como hoy del año pasado titulábamosEl lento descenso a los infiernos de la corrupción“.

Reclama expresamente para ello la colaboración de nuestros mejores policías, jueces y fiscales, de los miles de servidores públicos implicados en programas de transparencia, control, fiscalización y participación ciudadana, de las asociaciones de lucha contra la corrupción y las promotoras de regeneración democrática o los buenos profesionales del periodismo.

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