CIVIO. Son las seis de la mañana y en la radio vuelve a sonar I got you babe. Las voces de Cher y Sonny Bono se repiten
una y otra vez mientras Bill Murray se despereza. ¿Título de la película? No,
no es El Día de la Marmota (Groundhog Day), es la escena que millones
de españoles vivirán este domingo 10 de noviembre.
Vuelven las elecciones y, con
ellas, muchos deberes sin hacer. No se han cumplido buena parte de las tareas a
las que se comprometió el Gobierno de Pedro Sánchez, como la publicación
de las agendas de los altos cargos y la aprobación del reglamento de la ley de
Transparencia. Y ello pese a que las medidas no requieren del visto bueno del
Congreso, ya que pueden ser impulsadas directamente por el Ejecutivo, tal y como
Civio reclamó hace casi un año. Además, buena parte de
las promesas de abril se han marchitado con la llegada del
otoño.
La parálisis política ha afectado a múltiples
aspectos de la vida pública. Quizá el más conocido es que España lleva
sin presupuestos desde
2018. Pero nuestro país, por ejemplo, tampoco cuenta con una persona que
sustituya a Esther Arizmendi, fallecida en 2017, en la presidencia
del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno. El PSOE no ha
propuesto a un nuevo presidente, pese a que en los comicios del 28A se
comprometió a hacerlo. Pero la transparencia no solo ha sufrido
incumplimientos, sino también tijeretazos en los programas electorales. El
Partido Popular ha
borrado la referencia al Consejo de Transparencia -en abril dijeron
que tendría más independencia y recursos-, mientras que Ciudadanos ya no
se compromete a retirar “los recursos judiciales del PP y el PSOE
contra las resoluciones de esta institución”. Podemos, por su
parte, no incluye mejoras en esta temática.
No son los únicos pasos atrás en los programas
electorales del 10N. El PSOE y el PP han olvidado su promesa de publicar
las agendas de los diputados, senadores y altos cargos.
Ciudadanos, por el contrario, sí dice que hará pública la actividad de los
políticos, y Podemos mantiene la redacción genérica que incluyó de cara al 28A.
Los socialistas también han hecho desaparecer la regulación de los grupos
de interés de su programa electoral. Sin embargo, PP, Ciudadanos y Unidas
Podemos sí reiteran que crearán un registro de grupos de interés, tal y como plantearon de
cara al 28 de abril.
Otra de las ideas de Civio para fomentar la transparencia es
la publicación de la huella legislativa. Esta información nos permitiría saber,
por ejemplo, qué impacto tienen las reuniones con grupos de presión y los
documentos que se comparten en la elaboración de las normas. El pasado mes de
abril, tanto el PSOE como Ciudadanos incluyeron sendas alusiones en sus
programas electorales, compromiso que en noviembre solo mantiene la formación
de Albert Rivera. PP y Podemos no contemplan ninguna medida relacionada con la
huella legislativa. Por su parte, Vox reducía en abril sus promesas sobre
transparencia al “control de los cargos públicos”. Nada más. Y sigue
exactamente igual. En resumen, este domingo no solo volveremos a vivir el
día de la marmota, sino que además lo haremos con importantes pasos atrás en la
lucha contra la opacidad en los programas electorales.
Nuestra petición para el 10N
Civio ha vuelto a reclamar a los partidos políticos que incluyan mejores compromisos de transparencia en sus programas electorales. Y, para las elecciones del 10 de noviembre, hemos insistido en una medida muy importante: que el Registro Mercantil sea abierto y gratuito. No se trata de un capricho al azar, sino que su apertura ayudará a prevenir delitos de blanqueo y evasión fiscal o a vigilar irregularidades en la contratación pública. En abril, PACMA fue la única formación que abogó por ello; ahora, Más País-Compromís se han sumado a los animalistas al incorporar la medida en su programa. Ningún otro partido lo ha hecho, pero seguiremos peleando para que esta propuesta llegue a ser una realidad.
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