Por Carles Ramió. Blog EsPúblico.- Los ámbitos más susceptibles de ser robotizados en las
administraciones públicas de España son los siguientes (las cifras que se
analizan son aproximadas al ser pronósticos, pero se sustentan en datos reales):
-Transportes:
conductores de transportes públicos, chóferes de cargos públicos, mensajeros,
etc. Se trata de un colectivo bastante numeroso (sólo en Madrid hay 1.900
conductores de metro y 5.500 conductores de autobuses públicos) y, además, es un
sector que está muy bien retribuido (entre 40 y 45 mil euros anuales). Renfe
posee una plantilla de unos 5.000 maquinistas que tienen unas retribuciones que
oscilan entre los 30 y 60 euros. El total de empleados públicos en este sector
es de unos 50.000 en toda España. Todos estos puestos van a desaparecer en el
futuro.
-Empleados
de correos: carteros y manipuladores. Es un colectivo de más de
50.000 efectivos que pueden reducirse en el futuro en un 90 por ciento.
-Trabajos
de carácter administrativo y auxiliar. Estos perfiles profesionales pueden
desaparecer en más de un 80 por ciento. Hay en España aproximadamente 550.000
efectivos con estas características (grupos C1 y C2). Este sector va
representar la mayor pérdida de puestos de trabajo en el sector público: los
burócratas de carácter más operativo.
-Trabajos
de carácter burocrático de elevado nivel (A1 y A2) encargados de tareas de
tramitación de expedientes, gestión económica y de personal, etc. que pueden
ser objeto de robotización en un 70 por ciento. En España hay unos 150.000
efectivos con este perfil.
-Cuerpos
de seguridad: la combinación de la robótica (drones de vigilancia, etc.) y
de la inteligencia artificial puede implicar la reducción del 30 por ciento de
estos efectivos. Hay que tener en cuenta que una parte de estos empleados
realizan también tareas administrativas de carácter rutinario. Este colectivo
alcanza 235.000 efectivos (cuerpos de seguridad del Estado, policías
autonómicos en Cataluña y Euskadi, y policías de la Administración local).
-Personal
penitenciario: los sistemas robotizados en seguridad de los centros
penitenciaros podría implicar una reducción del 30 por ciento del personal
penitenciario. En España hay unos 27.000 efectivos en este ámbito
(Administración General del Estado y Generalidad de Cataluña).
-Fuerzas
armadas: reducción del 30 por ciento de un colectivo de 142.000 efectivos
-Trabajadores
sanitarios: El desarrollo de la eHealth puede implicar la
reducción del 20 por ciento de 610.000 efectivos en toda la sanidad pública
española.
-Trabajadores
en los servicios sociales: reducción del 20 por ciento por la implantación
de la robótica en la asistencia social (Carebots). Se estima que en España este
sector agrupa a unos 60.000 empleados públicos.
-Administración
de justicia: reducción del 30 por ciento de un colectivo 65.000 empleados
públicos.
Estos colectivos que pueden ser objeto de robotización
representan a 800 mil empleados públicos sobre un total de 3 millones de
empleados públicos que hay en la actualidad. Es obvio que el resto del empleo
público fuera de estos colectivos de alto riesgo también se verá afectado por
la robotización y por la inteligencia artificial. Una estimación muy
conservadora sería la de plantear la potencial desaparición de un 10 por ciento
de estos otros colectivos de empleados públicos lo que daría como resultado la
posible desaparición de 200.000 empleados públicos adicionales. Por ejemplo, el
sector que se estima que recibirá el impacto más discreto por el proceso de la
robotización es el de la educación con solo un 8 por ciento (Moreno, 2018). Por
tanto, hacer una estimación general del 10 por ciento no parece un pronóstico
descabellado.
Un tercio afectado
Solo con estas estimaciones desparecerían en los próximos
años un millón de empleados públicos (800.000 en los colectivos analizados unos 200.000 en los restantes) que representan el 33 por ciento de los empleados
públicos que hay en la actualidad. Esta cifra coincide con las estimaciones más
conservadoras de disminución del empleo y, por tanto, puede ser un porcentaje
bastante orientativo del impacto de la robótica y de la inteligencia artificial
en el empleo de las administraciones públicas del país.
El ahorro para las finanzas públicas por esta drástica
reducción del empleo público sería de aproximadamente de un 25 por ciento de
los gastos en materia de recursos humanos (capítulo I de los presupuestos).
Curiosamente desaparecerían puestos de trabajo de los tramos retributivos más
bajos de la Administración pero que poseen unas retribuciones públicas
inflacionarias ya que están por encima de sus homólogas en el sector privado.
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