"El estudio critica que uno de los déficits más notables del sector público es que no dispone de regulaciones de directivos públicos que garanticen la profesionalidad de los cargos de alta dirección"
Revista de prensa. Expansión.- Entre 1999 y 2008 los salarios de los empleados públicos crecieron sensiblemente por encima de las del sector privado y se mantienen, en promedio, 1,5 veces por encima de éstos,según el último estudio del Esade.
Revista de prensa. Expansión.- Entre 1999 y 2008 los salarios de los empleados públicos crecieron sensiblemente por encima de las del sector privado y se mantienen, en promedio, 1,5 veces por encima de éstos,según el último estudio del Esade.
Los empleados públicos españoles se encuentra, en relación
con el PIB, ligeramente por encima de la media OCDE. Así lo señala el último
estudio de Esade titulado "El empleo público en España: Desafíos para un
Estado Democrático más eficaz".
Del mismo se desprende que entre los años 1999 y 2008 los
salarios de este sector crecieron sensiblemente por encima de los del sector
privado y se mantienen, en promedio, 1,5 veces por encima de los mismos.
Si se analiza por categorías, este diferencial es
inversamente proporcional a la cualificación del trabajo: favorece a los
segmentos de inferior cualificación, pero sitúa, en cambio, muy por debajo de
las retribuciones del sector privado a las categorías técnicas de alta
cualificación y a los puestos de carácter directivo.
El número de trabajadores públicos se duplica en la crisis
El estudio también refleja que el número de empleados
públicos se ha duplicado en España en los últimos 25 años. "Incluso en
plena crisis, en 2008, cuando el país ya destruía masivamente empleo, los tres
niveles de Administración crecieron en casi un cuarto de millón de
puestos", ha dicho Francisco Longo, director general adjunto de Esade.
El responsable explica que la recesión impuso dos años de
reducción, "pero se trató de un paréntesis" y la recuperación
económica,ha supuesto un rápido repunte hasta cifras similares a las de 2008.
"La peculiaridad apunta, por tanto, más que a un tamaño hipertrofiado, a
una fuerte tendencia expansiva, difícil de controlar por las
Administraciones", dice Longo.
Más de la mitad del coste de producción del Gobierno
De hecho, el empleo público en España representa más de la
mitad de los costes de producción del Gobierno central, proporción
sensiblemente superior a la de los países centrales de la Unión.
Consecuentemente, el recurso al sector privado para la provisión de servicios
públicos, es decir, externalizaciones, es considerablemente inferior al de
estos países.
"Este dato hace pensar que el desarrollo de la
colaboración público-privada podría permitir, a condición de diseñarse con
rigor, equilibrar los riesgos y garantizar la transparencia y rendición de
cuentas, una mayor eficiencia en la utilización de los recursos públicos",
ha sugerido Longo.
Bajo índice de cualificación
En cuanto a las características del capital humano del
sector público, el estudio destaca ciertas deficiencias respecto al resto de
países de la OCDE. Así, estos trabajadores en España presentan un bajo índice
de cualificación relativa de sus puestos de trabajo, circunstancia que se
evidencia cuando se comparan las categorías profesionales con las de los países
de nuestro entorno.
En la Administración General del Estado (AGE), cuyas
funciones son básicamente reguladoras y planificadoras, los puestos para
los que no se exige titulación superior rondan el 70%. En cambio, las
posiciones directivas ocupan a un número de personas claramente inferior al de
la media de la UE. "Paradójicamente, España se caracteriza por tener uno
de los porcentajes más elevados de empleados públicos con titulación
universitaria", ha dicho Longo.
Este fenómeno de excesiva cualificación (nivel de educación
formal que sobrepasa la exigida para la tarea) "implica, entre otros
problemas, un serio desperdicio de talento", apunta el director general de
Esade.
Envejecimiento y la temporalidad
"El déficit de cualificación del capital humano del
sector público, preocupante en un contexto de complejidad creciente, se ve
agravado por dos factores: el envejecimiento y la temporalidad", ha
señalado Longo. En 2014 el número de empleados de más de 60 años superó al
de los menores de 30. Y en dos años, el diferencial ha aumentado ya tres puntos
porcentuales.
El empleo público temporal presenta en España las cifras más
altas entre los países de la UE, con la única excepción de Polonia. En este
sentido, el informe presentado hoy subraya que, en general, el acceso al empleo
temporal presenta en las administraciones españolas requerimientos de mérito y
capacidad inferiores a los del empleo estable.
Una función directiva desregulada
"La uniformidad y la rigidez son dos patologías graves del
sistema de gestión del empleo público español", dice Francisco Longo. El
estatuto funcionarial, pensado para funciones que implican funciones de
autoridad, no se adapta a la gestión de la mayor parte de las actividades de
prestación de servicios (ciencia, I+D+i, educación, salud, servicios sociales,
etc.) que constituyen la parcela ampliamente mayoritaria del empleo público.
En este contexto, desde Esade creen que habría que
desarrollar regulaciones diferenciadas y adaptadas a cada sector y atribuir a
las organizaciones públicas y a sus gestores mayor autonomía para gestionar sus
recursos humanos.
Además, el estudio critica que uno de los déficits más
notables del sector público español es que no dispone, ni en la Administración
General del Estado, Comunidades Autónomas o a escala local, de regulaciones de
directivos públicos que garanticen la profesionalidad e idoneidad de los cargos
de alta dirección.
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