Para que pueda ejercer un vigilancia eficaz, es imprescindible que todo se publique en estándares abiertos, analizables de forma automática.
Civio.- Eva Belmonte, responsable de proyectos de Civio,
ha sido invitada a intervenir ante la Comisión de Presupuestos, Economía,
Empleo y Hacienda de la Asamblea
de Madrid para compartir una serie de medidas que consideramos que
ayudarían conseguir un nivel más adecuado de transparencia en la
contratación pública.
Muchas gracias, presidente. Y gracias, señorías, no solo por
esta oportunidad, sino porque revisando las enmiendas a la Ley de Transparencia
de la Comunidad de Madrid que están debatiendo vemos muchas de nuestras
propuestas reflejadas y eso nos hace ser optimistas. Tal y como
hicimos con esa propuesta de ley -y la
presentada por el gobierno de la Comunidad de Madrid-, hemos analizado
a fondo también la reforma de la LCSP.
1.- La base. Ley estatal y nuestros puntos.
Y es que este es un momento clave en la transparencia de la
contratación, con la reforma de la LCSP debatiéndose en el Congreso, aunque
vayamos tarde.
Como bien saben, las normativas de contratación son
complejas y cuesta modificarlas. Y estamos convencidos de que esta reforma va a
traer mejoras, algunas de ellas las llevamos reclamando desde Civio desde hace
mucho tiempo. Muchas de esas mejoras vienen obligadas por Europa, como la
inclusión de nuevos sujetos obligados, la publicidad de las modificaciones o la
obligación de contar con un organismo que vigile y rinda cuentas. Pero sería
una pena quedarnos ahí. Tenemos que aprovechar la oportunidad para crear
normativas que reformen a fondo la contratación pública a todos los niveles,
también autonómico, porque se trata del origen de muchos de los casos de
corrupción de este país.
Por eso hemos realizado un informe
pormenorizado que hemos compartido y discutido con los grupos en el
Congreso de los cuatro partidos aquí presentes y somos optimistas sobre la
inclusión de las más importantes de nuestras recomendaciones. Nuestras
propuestas se pueden resumir en dos: la primera, la necesidad de contar con un
organismo independiente que vigile de forma moderna, sistemática y mediante
sistemas avanzados la contratación pública desde la independencia y con medios.
No me quiero detener en este punto porque no es la clave del día de hoy, pero
si quisiera recalcar que ese organismo no puede ser la Junta Consultiva
Estatal, como hemos trasladado a los grupos, del mismo modo que creemos que
sería un error que aquí se encargara esta misión a la Junta Consultiva de la
comunidad autónoma.
La otra pata de nuestras propuestas, que encaja con el tema
a discusión hoy, la publicidad activa de los contratos, parte de un cambio
de mentalidad. De plataforma de contratación electrónica a mecanismo para la
transparencia y la rendición de cuentas. Y ese cambio, que parece teórico,
implica muchas cosas.
2.- Publicidad activa
Lo más importante: que la información no se publica solo
para que los licitadores accedan en igualdad de oportunidades y el proceso sea
electrónico y fácil, que es importante: la información se publica como medida
de transparencia y rendición de cuentas. Es un cambio de mentalidad importante
que lleva consecuencias.
La primera: qué se publica. Y nuestra respuesta es: todo.
Todo, con excepciones. Una norma de máximos que entienda que, si no produce un
mal mayor, toda la información debe ser pública. Con excepciones razonables y
bien acotadas, como aquellas vinculadas a temas de seguridad. Algunas ya las
marca la actual LCSP y se está tratando ese tema, aunque esperemos que queden
más claras para que no de lugar a la arbitrariedad. Pero siempre partiendo de
la base de que es un proceso que debe quedar claro a ojos del ciudadano. Todo
el proceso.
Eso incluye los nombres de los licitadores. Algo que por
ejemplo se hace en Sydney y que es una medida clave para evitar cárteles.
También los de aquellos que toman las decisiones. Y eso
incluye los nombres de los participantes en las mesas de adjudicación y no solo
sus cargos o descripciones genéricas.
Otro factor clave pasa por la rendición de cuentas. Es
importantísimo que podamos conocer cómo se toman las decisiones. Si no sé lo
que pasa detrás del telón desconfío de todos, los que lo hacen todo bien y
aquellos que no, que son los menos casi con seguridad. Y eso no ayuda a la
desafección.
Una clave importante: ¿por qué se elige uno u otro
adjudicatario? La variedad de contenidos de las actas de adjudicación es
pasmosa. En algunos casos, se reflejan unas puntuaciones. En otros, se dice que
ha ganado la oferta “más beneficiosa” sin dar más detalle. Es un elemento
fundamental que las razones que dan la adjudicación a una u otra empresa. En
Eslovaquia se publican las minutas de las reuniones de contratación, por poner
otro ejemplo. Y en México las mesas de adjudicación se abren a la participación
ciudadana, como observadores.
Pero la rendición de cuentas va más allá. Es importantísimo
que se publicite todo el proceso: desde los informes previos que justifican la
necesidad de contratar y la causa argumentada de que se elija un procedimiento
que no sea el concurso abierto hasta las justificaciones y argumentaciones que
avalen la modificación de un contrato y, muy importante, las evaluaciones.
Multitud de contratos llevan parejas evaluaciones, informes finales y la
posibilidad de sanciones por incumplimiento. Eso también es parte del contrato.
Información permanente
Por último, me gustaría recalcar que las formas son
importantes. Sería totalmente inútil publicar todo el proceso si no se hace en
una única URL, fácil de encontrar y de analizar. Y que no caduque en un tiempo
largo, que no debería ser inferior a 20 años. En todo caso, siempre debe
existir la posibilidad de acceder, vía derecho de acceso, a esos expedientes
más antiguos.
También es importante el formato: al principio de mi
exposición mencionaba de pasada que era necesario un organismo con métodos
modernos de vigilancia de la contratación. Para que pueda ejercer, es
imprescindible que todo se publique en estándares abiertos, analizables de
forma automática. Reino Unido apuesta por ello. Ya es posible descargar en bloque
buena parte de los contratos que publica la Unión Europea en sus boletines.
Cataluña lo está haciendo. Y eso permitiría que no solo un posible organismo
independiente fuera más eficiente, sino que cualquier ciudadano u organización
tendría los medios para vigilar y detectar irregularidades.
Más información sobre transparencia de la contratación
pública:
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