Actualidad. 20 minutos.com: Las CC AA necesitan más de 51.000 empleos para recuperar los que tenían antes de la crisis
Por Jesús Martínez.- Blog Trabajo Colaborativo.- En el punto número 6 del post anterior 6 pautas básicas para los Departamentos de Formación ante el Machine Learning, anunciaba una entrada específica para desarrollar un escenario en las organizaciones en la que la colaboración y la compartición estuviesen “automatizadas” y fluyeran de forma natural.
Por Jesús Martínez.- Blog Trabajo Colaborativo.- En el punto número 6 del post anterior 6 pautas básicas para los Departamentos de Formación ante el Machine Learning, anunciaba una entrada específica para desarrollar un escenario en las organizaciones en la que la colaboración y la compartición estuviesen “automatizadas” y fluyeran de forma natural.
Pero, he de confesar, hice una valoración muy
optimista de lo que podía aportar en este campo. Tanto es así, que me vi
obligado a escribir, posteriormente, dos nuevas entradas en las que
establecía algunos antecedentes para poder (justificar) adentrarnos
en la tesis de la colaboración ideal en un espacio no diseñado para
ello.
Uno de los antecedentes hacía referencia a la voluntariedad actual
del proceso de colaboración en las Administraciones Públicas.Hablábamos de los
esfuerzos enormes (estrés) que había que generar en la organización para
mantener un porcentaje mínimo de conductas colaborativas. Nos extrañábamos,
también, de la timidez estratégica directiva, que no apostaba de
forma más contundente, por rentabilizar el conocimiento distribuido de los
profesionales, a través , precisamente, de la colaboración.
Nuevos procesos
El otro antecedente (entrada anterior) se refería a la
necesidad de establecer nuevos procesos -rediseño de la organización-, para institucionalizar la
conducta colaborativa. Apuntamos cuatro tipo de elementos facilitadores,
los cuales estarían en la base y lo harían posible. El primero de ellos, se
refería al marco competencial de los profesionales de la Administración.
La competencia colaborar y compartir conocimiento sería
exigible a todos y, seria, por tanto, corporativa. En este mismo
sentido, y leyendo estos días la magnifica aportación que ha hecho la EFIAT de
Murcia, sobre las competencias digitales que han de disponer los trabajadores
públicos, encuentro que una de ellas es la de compartir conocimiento y
colaborar. Por esta vía, como no, también tendríamos esa nueva
palanca que apoyaría la automatización de la colaboración.
Pues bien, situados en este escenario, por ahora idílico, en
el que todos los empleados son competentes en la compartición de
conocimiento; y, además, les viene exigido para desempeñar su puesto de trabajo
( y con la tecnología adecuada que lo posibilite), podríamos, de forma
realista, pensar en el escenario de la colaboración automática.
¿Cómo sería este escenario? Lo apunté en la parte
final de mi intervención en el Expoelearning del pasado día 3 de marzo. La
presentación la podéis encontrar aquí.
Me inspiré en esta
noticia que aparecían en los medios hace un par de semanas. Facebook
ha desarrollado un algoritmo que permite detectar aquellas personas que podrían
desarrollar conductas de suicidio. Tiene que ver con la recogida de datos (
estados emocionales, expresiones de desánimo, peticiones de ayuda, muestras de
angustia; y su cruce con las personas que hayan desarrollado tentativas
de suicidio. Esta sencilla ecuación, de recogida y análisis de datos, mediante
un algoritmo, también se podría aplicar en nuestros contextos de trabajo si,
como decíamos antes, la cultura del dato, que era la primera de las premisas
que expliqué en la primera entrada (…sin datos no hay elaboración posterior
posible. Por muy desestructurados que puedan estar, sin planteamientos previos
estratégicos que incluyan recogida, selección, filtrado y tratamiento, no hay
nada) estuviese disponible. Es cierto que aún estamos muy al inicio de la
transformación tecnológica en la Administración Pública, pero el salto
cualitativo en nuestra mejora de servicios ha de llegar por la vía de la
adopción de la tecnología adecuada. Las estrategias de adquisición de este
nuevo tipo de tecnología han de pasar por apostar por aquellas que prevean la
recogida y la explotación de los datos de los que disponemos.
Sería, en este contexto anterior, cuando los datos
debidamente consignados, etiquetados, y interpretados, los podríamos emparejar con
aquellas personas que más demandas de información tienen ( a los
que todo el mundo recurre) y, a su vez, más comparten. Serían los líderes
(motores) de proyectos.
¿Qué proyectos? De aquellos temas emergentes, reflejados en
esas conversaciones, y que se mostrasen como potenciales aportadores de
eficiencia tras su desarrollo..
Ranking de preocupaciones
Automáticamente se establecería el ranking de lo que
preocupa en la organización y se emparejarían con las personas que
más activas se han mostrado. Y, todo ello, debidamente consignado en la
hoja de méritos –por ponerlo con estas palabras-, de cada uno de los
profesionales. Incentivos intrínsecos y extrínsecos deberían conformar este
espacio de colaboración por defecto.
Ésto, que en la Administración pública puede parecer
muy lejano, ya se viene desarrollando en entidades como CaixaBank, en un
entorno bancario, y en otras organizaciones. La presentación la podéis encontrar
aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario