Por Jesús Martínez. Blog Trabajo Colaborativo.- Hace ahora un año
publicaba el
post 10 Aportaciones del Trabajo Colaborativo en las Organizaciones. La última de ellas, inspirándome en las
emociones positivas que observaba en las numerosas personas que
participaban, lo llamé momentos de felicidad. Lo describía
de esta manera:
Aportación 10: Momentos
de felicidad.
Mediante el trabajo colaborativo hemos hecho felices y ilusionado
a mucha gente – aunque sea por breves momentos-. Decía Etienne Wenger , que el itinerario de las comunidades de práctica se parece mucho
a un matrimonio. Se inicia mediante un proceso de conocimiento y de
exploración – de coqueteo-, para, transcurrido un cierto tiempo, llegar al éxtasis del enamoramiento y de
la felicidad. Luego la pasión va
desapareciendo. Para muchos de los integrantes de los grupos de
trabajo colaborativo, ese momento, cuando llega, como el amor, es
inolvidable. Aunque sólo fuera por esta razón -y aunque sea de forma
fugaz-, el trabajo colaborativo se justifica en la organización. Y
es que las personas felices son, sobre todo, personas
eficientes.
Pues bien, pasado este tiempo y observando que el fenómeno
colaborativo no
hace sino crecer, se ve necesario desarrollar un poco más esta idea.
Si la hipótesis fuese cierta deberíamos concluir que las organizaciones
en las que se desarrollan comunidades de práctica (y/o otros tipos de grupo de
trabajo colaborativo), deberían ser más felices y, como extensión, más
eficientes. ¿Es esto cierto? ¿Lo podríamos asegurar con algún tipo de dato o
evidencia?
Ya, de entrada, adelanto que no. Por dos motivos. El primero es
que pese a los esfuerzos hechos en la últimos años por la psicología
positiva, el término felicidad aún sigue siendo difuso
y, por ese motivo, no contamos con instrumentos objetivos para medirla; y
el segundo: no hay unanimidad en la comunidad científica de que los
empleados felices rindan más. Pese a que el sentido común ( y la foto que
ilustra la entrada) nos diría que la felicidad correlaciona con la
productividad, la
investigación no es concluyente.
Pero, pese a todo estos datos, no tiramos la toalla;), y creemos
que hay elementos que podrían acercarnos a la
afirmación que hacíamos al principio. Vamos a seguir un método inductivo, en el
que mediante diferentes observaciones empíricas intentaremos
llegar a la premisa general de felicidad=productividad. Para ello
dividiremos el post en tres puntos: 1:Lo que hace feliz a la gente.2 Lo que la
hace feliz a la gente en el trabajo. 3:Lo que la gestión del conocimiento puede
hacer para impulsarla.
1- Lo que hace feliz a la gente
Hace ahora 10 años, la
primera presentación que publiqué en Slideshare no tenía nada que ver con el trabajo colaborativo.
Era un ejercicio de clase, casi un borrador, que subí como una prueba
experimental del uso de la plataforma. Pero visto el gran número de visitas que
iba acumulando ( 127.000 a
fecha de hoy) no la quise retirar. En esta presentación se recogían
catorce estrategias que se habían probado eficaces para conseguir la
felicidad.
Cuatro de ellas están relacionadas, con el trabajo
colaborativo. Las resumo debajo:
1- Ser más activos y permanecer ocupados
Características:
la gente feliz se encuentra activamente implicada en la vida. Pasan más tiempo
realizando tareas que les parecen más agradables y entretenidas. Esta vida se
describe como: implicación, inversión, energía.
2- Ser productivos en un trabajo destacado
Características:
en muchas ocasiones el bienestar está ligado a un trabajo satisfactorio y
significativo. La gente feliz está interesada y satisfecha con su trabajo. El
objetivo máximo es fluir (flow) . Es muy importancia de la búsqueda de sentido
(metas alcanzables y superación).
3- Organizarse mejor
Características:
la gente feliz se organiza bien, no deja los asuntos para otro dia, son
eficaces y se planifican. Sirve para el dia a dia y para la planificación a
largo plazo. Implicación: practicar el definir o perfeccionar los objetivos a
largo plazo, y dotarnos de estrategias sobre la gestión del tiempo con el
objetivo de eliminar la procrastinación y organizar más eficazmente la
rutina cotidiana.
4- Dejar de agobiarse.
Características:
La gente feliz se agobia menos que la mayoría de la gente. La
inquietud es el enemigo básico de la felicidad (agota la felicidad, desgasta
las energías). La felicidad de una persona es inversamente proporcional a
la cantidad de tiempo dedicado a pensamientos negativos.
Pero, aparte de estas estrategias, que no dejan de ser
elementos muy intuitivas, añado una potente reflexión de Paul
Dolan, que es uno de los más reputados investigadores actuales
en felicidad. En esta cita de su libro Happiness
by Design: Change What You Do, Not How You Think(Felicidad diseñada: Cambia lo que haces,
no cómo piensas), se
resume su planteamiento:
La
felicidad debería definirse y medirse en experiencias
placenteras a lo largo del tiempo.
La
felicidad se sitúa entre lo que hacemos y con quienes pasamos tiempo
juntos.
La
clave de la felicidad es encontrar placer y finalidad. Las
experiencias de placer tienen que ver con disfrute, gozo. En cambio las
experiencias de propósito tienen que ver con sentido. La felicidad está
compuesta por ambas en proporciones variables según cada persona, pero tiene
que tener algo de ambas y no como eventos específicos sino que como una
evaluación de más largo plazo.
Pues bien, siguiendo el razonamiento de Nolan, podemos comprobar
que hay dos ingredientes básicos en el trabajo colaborativo, y sobretodo en las
comunidades de práctica, que lo encuadran perfectamente con las premisas de
placer y propósito.
Placer: con la adscripción voluntaria a un
grupo de pares o una red específica de afines, no solo se da
respuesta a la necesidad básica de afiliación grupal, sino que además se
proporciona bienestar haciendo cosas juntos con las personas que libremente se
eligen.
Propósito: relacionado con las teorías de la motivación
de Maslow ( del estadio de la afiliación se pasa al de
reconocimiento y de éste al de la autorrealización), y la de Herzberg ( el factor motivacional
como elemento posterior al factor higiénico), a través de estos instrumentos
colaborativos podemos conseguir las metas de autorrealización personal y
profesional.
En la próxima entrada trataré estos los dos puntos restantes y
avanzaré algunas conclusiones.
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