“A Dios pongo por testigo que no podrán derribarme.
Sobreviviré, y cuando todo haya pasado, nunca volveré a pasar hambre, ni yo ni
ninguno de los míos”
Concepcion Campos.- Blogs NovaGob.- Eso afirmaba Escarlata O´Hara, en una de las secuencias más
recordadas de ese clásico incombustible de la cinematografía (creo que no
necesita aclaración, estoy hablando de Lo que el viento se llevó), como símbolo
de la fortaleza de quien se levanta de las caídas todavía más fuerte y
dispuesta a luchar para conseguir sus objetivos, ése será el leit motiv de mi
último post de 2016.
Frente a la adversidad (la burocracia), los enemigos
(resistentes al cambio) y la pobreza (sin recursos para la innovación en todas
sus dimensiones), los empleados públicos comenzaremos este 2017 con renovadas
fuerzas para continuar luchando con la mejora en el servicio público y para
transformar a la administración en la mejor versión posible de sí misma y que
se merecen todos los ciudadanos.
Para ello, debemos descartar con el viejo año viejos hábitos
y malas costumbres, y asegurar que en el 2017, YO, EMPLEADO PÚBLICO
1.- No tramitaré más en papel
Octubre 2015
El día 2 de octubre de 2015, el BOE publicaba dos leyes, la
Ley de Procedimiento Administrativo Común (39) y la Ley de Régimen Jurídico del
Sector Público (40), que definían, al fin, un marco obligacional para la
implantación de la administración electrónica en el conjunto del sector
público. Transcurridos ya 3 meses tras su entrada en vigor (sí, entrada en
vigor), en 2017 tendremos que apurar para cumplir a lo largo del 2017 el nuevo
escenario normativo. Porque son leyes, y aunque “las leyes no hacen milagros”
hay que cumplirlas, y máxime la propia administración. No más papel
2.- No firmaré con tinta
Firma manuscrita, firma electrónica, certificados
reconocidos...
La codificación normativa de la obligación de los empleados
públicos de relacionarse electrónicamente ha supuesto un gran avance. Tanto que
permite esgrimir un precepto legal, artículo 14.2 LPAC, para demandar, por
parte de nuestra organización, la implantación de la firma y convencer a los
que siguen pensando “yo no me fío” de la firma electrónica y, al amparo del
mismo precepto, ir incorporando amplios segmentos de la sociedad a las
relaciones electrónicas. No más tinta
3.- No exigiré más documentos a los
ciudadanos
Originales, copias electrónicas, en papel, de mi
administración, de otras...
El artículo 28 LPAC ha desplegado toda su eficacia tras su
entrada en vigor en octubre 2015. Plataformas de intermediación de datos y
otras soluciones autonómicas, como PASAXE¡ permiten (en realidad permitirán)
hacer efectivo el derecho de todas las personas a no presentar documentos que
ya están en poder de las AAPP, ni tampoco más originales, apostando por la
simplificación y la reducción de cargas administrativas. No más burocracia.
4.- No seré “tramparente”
Diciembre 20133
3 años después de la aprobación de la Ley 19/2013 de
Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, todavía queda
mucho por hacer, sin restar ni un ápice de valor a los avances realizados
frente a la situación anterior. Pero la actual es manifiestamente mejorable,
porque todavía prima la posición de querer parecer transparente sobre la de ser
transparente, es preciso implantar una verdadera cultura de
transparencia, para encauzar definitivamente hacia una gestión pública
traslúcida. No más opacidad
5.- No denegaré la información pública
sin ponderar
Artículo 14 Ley de de Transparencia y homólogos autonómicos
La normativa sobre transparencia ofrece un amplio catálogo
de límites, causas de inadmisión, y otras vías de escape, como la presencia de
terceros, necesarios, pero que se utilizan para, sin más, denegar el libre
acceso a la información pública, al fin reconocido. El recurso fácil a estos
obstáculos por parte de la Administración incumple las nuevas reglas del juego
en el acceso a la información, La norma exige llevar a cabo un verdadero
ejercicio de ponderación entre los intereses en conflicto, en una
interpretación siempre favorable al acceso. No más excusas.
6. -No vulneraré la protección de datos
Diciembre 1999
Desde 1999 las obligaciones legales en materia de protección
de datos han sido sistemáticamente incumplidas por todos. Pero todavía más para
las AAPP. Exentas, por obra y gracia del legislador, de responsabilidad
pecuniaria en el régimen sancionador, la próxima vigencia del Reglamento
Europeo (UE) 2016/679 en materia de protección de datos, en mayo de 2018, cuyo
impacto se intuye ya en la decisión del gobierno de modificar la LOPD, exigen
revisar esta cómoda posición (incumplidora). Para ello habrá que conocer el
nuevo marco normativo, planificar una política de gestión de datos y
responsables, pero sobre todo tomarse en serio la protección de datos
personales. No más infracciones.
7.- No impediré la participación
ciudadana
Gobierno abierto
Las normas más recientes, en los distintos niveles de
organización territorial, iniciativas de diferente naturaleza y la cada vez
mayor presencia de la Alianza de Gobierno abierto, han puesto en valor la
necesidad de articular la participación ciudadana en la gestión pública, desde
una posición activa, para que, junto con la colaboración y la transparencia, se
pueda hacer realidad uno de los grandes retos de 2017. No más obstáculos
a la participación
8.- No diré más “siempre se hizo así”
o “nunca se hizo así”
Resistentes al cambio, el 2017 no será vuestro año
Frente aquéllos que esgrimen la fuerza de la (mala)
costumbre, opongamos una sonrisa para explicarles las ventajas del cambio, las
mejoras de la transformación y de la innovación, de las grandes innovaciones y
de las microinnovaciones. Para que a lo largo de 2017, los que hoy dicen
“siempre se hizo así” o o”nunca se hizo así” como único argumento para
resistirse, sean los primeros en descubrir nuevas oportunidades, en proponer
modificaciones y en perder el miedo al cambio y al fracaso. No más
resistencias.
9.- No promoveré normas y más normas para
resolver problemas sencillos. Desmotorización legislativa
Aprobamos leyes, decretos-leyes, decretos legislativos,
reglamentos, ordenanzas. Pero no es suficiente. La mejora de la calidad de la
regulación obliga también a plantearse si son necesarias tantas normas, que
inundan el BOE pero no se traducen en impactos claros, es el principio de
proporcionalidad. Utilicemos, allí donde sea posible, herramientas sencillas,
prácticas y operativas, que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos, mediante
el prueba-error, sin recurrir a normas y más normas. No más normas innecesarias.
10.- No pensaré en singular, siempre en plural
Soy, hago, organizo, tramito, gestiono: 1ª persona del
singular/Somos, hacemos, organizamos, tramitamos, gestionamos: 1ª personal del
plural
Porque las personas son lo más importante, es necesario
implicarse con el conjunto de la organización. Todos, absolutamente todos los
cambios afectan a todos los que formamos parte de la administración. Y todos
debemos contribuir positivamente desde nuestros servicios y desde nuestras
responsabilidades a hacer equipo. Por ello, debemos sentirnos parte del
proyecto común y conseguir que aquéllos que no lo perciben así lo hagan
también. No más “yo”
Y lo que es más importante, seguir trabajando para intentar
mejorar el servicio público que toda Administración y todo empleado público
presta a los ciudadanos, en torno a los que debe girar toda nuestra acción,
aprovechando la oportunidad que el nuevo marco normativo nos ofrece. Porque
cada año nuevo que comienza es una hoja en blanco, una oportunidad para hacer
más y mejor,
Parafraseando de nuevo a Escarlata O’Hara, cuando, al
finalizar su odisea,
exclama, con espíritu positivo y constructivo:
“Realmente, mañana será otro día”, yo os digo que Realmente, 2017 será otro año ....- Felices fiestas y Feliz 2017¡¡
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