El coronavirus no
solo provoca una crisis sanitaria o económica. También es un riesgo desde un
punto de vista de la seguridad nacional. Sin embargo, queda mucho por hacer
El Mundo.- El riesgo de contagio por coronavirus en cada municipio
Por Andrés Morey.-Tu blog de la Administración Pública.- Para que el alcance de lo que vaya a escribir quede claro
remito al lector a la serie de entradas dedicada a los elementos
constitutivos de la organización que comienza en esta.
De otro lado, la cuestión a abordar es muy amplia y el lector ha de
perdonarme si divago algo y actúo con algún desorden, ya que aquí escribo sin
guión previo y redactando alrededor de la idea que acude a mi mente. En las
últimas entradas me he referido a la urgencia y también a la prevención y ambas
están presentes en la situación a comentar y naturalmente a la administración
pública y su organización, siendo así que de que cómo sea ésta dependerá como
sean las acciones y su eficacia. Vamos a abordar lo primero que tengo en mente.
Es la importancia y repercusión de la actividad política
y de gobierno en la citada administración pública, entendida pues como
institución, organización y actividad. Hasta la saciedad he manifestado el
actual predominio de la política sobre todas las cosas y la dependencia de los
poderes públicos que se nos ha impuesto y el vivir sin esfuerzo y sin mérito
que nos invade. Si esto se traslada a la Administración pública, a nuestros
gobernantes y funcionarios, en la medida no hayan accedido por mérito y
capacidad a sus puestos, tendremos también una organización incapaz y, por
tanto, no habrá verdadera organización.
La primera muestra es que predominan intereses que son
"políticos", es decir de partido, electorales y de miedo a perder el
puesto o el gobierno; es, por ejemplo, que existiendo precedentes claros en
Italia y habiendo habido desplazamientos concretos a dicho país por razón de
partidos de fútbol, ninguna medida concreta se adoptará y el caso más claro el
de la celebración de actos como los del día 8 pasado, día de la mujer. es
imposible que la Administración pública, que los especialistas de la sanidad no
hubieran advertido de la situación y de las necesidades, en principio,
impopulares que se debían adoptar. El Gobierno no puede alegar ignorancia y si
ignoraba no existe calificativo suficiente para describirlo, ni responsabilidad
que no le fuera de aplicación.
Y si la Administración no advirtió es que no existe como
tal y es un chiringuito monumental e inalcanzable por su desproporcionada
estructura y dimensión. Hoy más que nunca queda manifiesta la terrible e
irresponsable estructura fantasmal creada en los ministerios ocupados por
Unidas Podemos. Vamos a ver que pasa cuando los efectos económicos se
manifiesten y el gasto público sea necesario para urgencias reales y no para
amigos y demás. Hoy más que nunca son necesarios Decretos Ley y medidas
concretas.
Qué la situación es complicada es evidente; dificil
también. Por eso, más que nunca, la Administración y sus funcionarios han de
ser capaces y eficaces. No basta con palabrería y anuncios generales
abstractos, sino que hay que exponer medidas concretas y si no se manifiestan o
conocen o no las hay o se ignora que hacer o se espera que te las proporcionen
los funcionarios, llegaremos tarde. Y este proporcionar no es posible si no ha
habido previsión, si no existe una organización pensante que vaya por delante de
los acontecimientos y, sobre todo, si la organización que debe actuar es
incapaz y servida por inútiles. La organización pensante facilita la acción
rápida y eficaz, pues conlleva en sí la previsión. Entonces, cuando la
incapacidad es la norma o la consecuencia de la politización del sistema, la
decisión real va bajando, desciende al nivel técnico y éste también está
politizado y sin garantía de mérito y capacidad. La jerarquía es sólo un nivel
gráfico y de organigrama, no una conjunción de mando, saber y experiencia.
Repito ahora es mucho más difícil todo, ahora la misma
población ha de ser consciente de todo y su colaboración es esencial. Escribo,
con fallas aplazadas, pero algún fallero ahora me molesta con sus
"masclets" en alegre manifestación. Dios sabe de qué. Una vez más
siento que no sea mi objetivo comentar una ley, un precepto o una sentencia, lo
general me parece más importante, porque leyes, preceptos, actos y sentencias
dependen de ello en su calidad y eficacia. Escribe un anciano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario