lunes, 16 de marzo de 2020

El coronavirus COVID-19. O cómo hacer de la necesidad virtud


Por Fernando Castro Abella- EsPúblico Blog.- Según todos los indicios nos aventuramos, nuevamente, a tiempos de crisis económica. Si no estamos ya en plenitud de la misma. Ello unido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19. Esto último ha desembocado en un cierto caos, no tanto sanitario, sino social.

En un principio la preocupación de la gente era que no se suspendieran festejos y que les dejaran asistir a los eventos deportivos, pero en el momento que dos Comunidades Autónomas han empezado a cerrar centros escolares, se ha producido una estampida, al estilo de las viejas películas de John Wayne… Todos corriendo al supermercado a por litros y litros de leche y cientos de rollos de papel higiénico.

Según la vieja filosofía oriental, lo que para uno es una crisis, para otros representa una oportunidad. Y qué mejor oportunidad que esta para implantar la administración electrónica.

Algunas grandes empresas como Repsol o Telefónica han marcado el camino a seguir enviando a sus empleados a casa a teletrabajar, al mismo tiempo que la Administración laboral empezaba a recibir solicitudes de otras empresas de proceder a expediente temporales de regulación de empleo, enviando a sus trabajadores al paro.

Teletrabajo
El ejemplo del teletrabajo ya ha comenzado a ser seguido por Administraciones Públicas, no tanto por gusto, sino por necesidad, por autoprotección frente al cierre obligado de toda actividad por cuarentenas masivas de su personal. Aquí llevan toda la ventaja las Entidades más avanzadas tecnológicamente, pues el teletrabajo exige contar con medios informáticos suficientes, que en parte pueden ser suplidos por los que los empleados públicos tengan a título particular, pero al mismo tiempo exigen unas plataformas tecnológicas que permitan la conexión a distancia, sin afectar a la seguridad de los expedientes. Ni más ni menos que estar al día en materia de interoperabilidad y seguridad, materias reguladas en sendas normas denominadas Esquema Nacional de Interoperabilidad y Esquema Nacional de Seguridad, desarrollados por sus correspondientes Instrucciones Técnicas.

Conviene aprovechar la lección que esta crisis nos está dando para iniciar un proceso de gestión del cambio de nuestro Ayuntamiento, para que nos permita en un futuro caso de necesidad atender las necesidades de los ciudadanos con las oficinas cerradas, sin que el vecino sea consciente del lugar en que se encuentra la persona que tramita su expediente.

Estoy seguro que la mayoría de los lectores, si logro contar con algunos, pensará que esto está muy bien, pero esto no es aplicable en mi Ayuntamiento.

El Ayuntamiento de Villateempujoytecaes piensa que la administración electrónica es un futuro ideal, pero con los recursos con que cuenta, bastante tiene con que el Secretario asista tres veces a la semana al pueblo y conteste por WhatsApp al Alcalde. Pero no son conscientes que con una mínima inversión el Secretario podría resolver cuestiones municipales en el momento que le conviniera, dando mejor y mayor servicio con menos días de presencia. Y las respuestas con firma electrónica cumplimentarán el trámite de informe, cosa que no hace el simple WhatsApp. Eso sin contar con la posibilidad de gestionar ayudas de Diputación, Comunidad Autónoma, Estado o Unión Europea.

Por su parte en el Ayuntamiento de Miracomomolo piensan que tengo razón y que todas esas Corporaciones del siglo pasado se podrían mirar en el espejo de la maravillosa administración electrónica que tiene implantada hace años. Pero el molón no debería mirarse el ombligo y pensar que son perfectos, sino analizar en qué se puede mejorar. Recordemos que el proceso de gestión del cambio acaba en la implantación de un sistema de mejora continua.

En resumidas cuentas, mis mejores deseos a todos, y esperemos que el susto pase pronto y con mínimos daños. Pero aprovechemos la lección para prepararnos para un mejor futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario