"Lo que está en juego es la impunidad de las consecuencias para las arcas públicas de los actos administrativos de ostensible ilegalidad"
J. Ramón Chaves.- Blog DelaJusticia.es.- Me sorprendía hace poco
que una de las situaciones jurídicas mas preocupantes en la lucha contra la
corrupción, malversación o apropiación de caudales públicos, o responsabilidad
patrimonial de cargos públicos, pasase inadvertida para doctrina y operadores.
Un silencio preocupante y una indiferencia de los políticos que parecen pensar
que está ante una cuestión técnica de competencias entre Tribunal de Cuentas y
Jurisdicción contencioso-administrativa, cuando lo que está en juego es la
impunidad de las consecuencias para las arcas públicas de los actos
administrativos de ostensible ilegalidad.
Jibarizar el control del T.Cuentas
Sustancial y resumidamente
se trata de dos sentencias de la Sala contencioso-administrativa del Supremo
del año 2012 y siguiendo su estela, otra del 2015, en que se “jibariza” el
control del Tribunal de Cuentas, precisando, primero, que un Alcalde no es
responsable patrimonial ( no tiene que reintegrar nada) por ejecutar los
acuerdos de un pleno ( o cualquier presidente de órgano colegiado por igual
razón), por mucha sospecha de ilegalidad de lo acordado y aunque haya votado a
favor del mismo. Y segundo, que el Tribunal de Cuentas no es quien para invadir
la competencia de la jurisdicción contencioso-administrativa para valorar como
ilegal un acto administrativo por contravenir leyes distintas de las contables
o presupuestarias, pues ese ámbito es privativo de la jurisdicción
contencioso-administrativa, de manera que la presunción de validez del acto
administrativo ( por mucho que apeste el “fumus mali iuris” ).
En suma, un
torpedo judicial contra la vía de flotación de la legalidad y que propicia la
impunidad práctica de la corrupción. De ahí, que pese a tratarse de una
construcción dogmática impecable, lo urgente es reorientar normas y prácticas
para evitar, como es tristemente habitual en la experiencia hispana, el
pernicioso hábito de emular a la orquesta del Titanic que seguía tocando
música mientras el Titanic del interés público se hundía.
Aportación
Por eso, preocupado
por esta situación, he intentado aportar algo para el debate y sacudir la mente
de juristas, así como de los políticos para que “aviven el seso y despierte”
como aconsejaba Jorge Manrique. El resultado es este artículo que me ha
publicado gentilmente El Consultor y titulado: “La urgente reconstrucción del
enjuiciamiento contable del reintegro por alcance”. El Consultor de los
Ayuntamientos, Nº 6, Sección Opinión / Actualidad, Quincena del 30 Mar. al 14
Abr. 2017, Editorial Wolters Kluwer. Aquí
lo tenéis.
De esta inquietante
cuestión se ha echo eco el blog del síndico Antonio Arias rotulándolo impecable corrupción.
Y es que no todo son blogs
en la vida, sino que a veces, tengo que escribir algo con preocupación y
mayores dosis de reflexión. No tengo la solución pero algo tiene que moverse.
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