La postura del Consejo de Garantías Estatutarias ha sido muy clara en cuanto a que el procedimiento para la aprobación de la ley del referéndum es ilegal y vulneraba el Estatuto y la Constitución (aquí)
Editores Blog Hay Derecho.- Consumado el ataque al Estado de Derecho que supone la
aprobación y publicación por las bravas de la Ley del referéndum en el
Parlament catalán, así como la aprobación del referéndum ilegal creemos
necesario hacer unas breves consideraciones sobre lo sucedido.
Sede del Tribunal Constitucional |
Desde este blog ya hemos explicado en una serie de entradas
que en el Estado de Derecho no hay atajos y que ningún Parlamento puede
saltarse las reglas del juego por mucha mayoría que tenga. Lo que sí puede
hacer es cambiarlas por los procedimientos establecidos, y si no tiene la
mayoría suficiente o carece de las competencias necesarias tiene que
conseguir los acuerdos y los consensos políticos necesarios.
El derecho es igual en Madrid que en Cataluña
Afortunadamente siguen quedando juristas en Cataluña que
dicen lo mismo que nosotros desde Madrid, lo que tiene mucho más mérito. Así
queremos destacar la labor del Secretario General del Parlament de Catalunya,
Xavier Muró que se ha negado a publicar el texto de la Ley en el diario oficial
y ha dado orden a sus letrados de hacer lo mismo (aquí).
Por tanto, los juristas funcionarios del Parlament han
defendido, como es su deber, la legalidad vigente, habiendo sido sustituido en
las tareas que le corresponden por los propios diputados, que obviamente no son
letrados del Parlament. También hay que recordar la postura del Consejo de
Garantías Estatutarias ha sido muy clara en cuanto a que el procedimiento para
la aprobación de la ley del referéndum es ilegal y vulneraba el Estatuto y la
Constitución (aquí)
En todo caso, el espectáculo del día 6 de septiembre no ha
podido ser más esperpéntico mostrando claramente que el abandono de las reglas
de juego conocidas abre infinitas posibilidades al todo vale y al fin justifica
los medios.
Desde Hay Derecho insistimos en que deben de utilizarse los
innumerables recursos legales existentes en el ordenamiento jurídico español -y
también europeo- que están a disposición tanto de los diputados de la oposición
como de los funcionarios y técnicos que deseen ver amparados sus derechos y
garantías. Todo ello con independencia de abordar de una vez la gravísima
crisis política, institucional y democrática que esta deriva pone de manifiesto
pero que es preexistente y que el Gobierno del PP se niega a reconocer.
En todo caso, toca estar en los próximos días a los
funcionarios y profesionales que defienden la vigencia del Estado democrático
de Derecho en Cataluña, como los funcionarios y juristas del Parlament o a los
Secretarios de los Ayuntamientos donde se pretende celebrar el referendum.
Desde Hay Derecho, todo nuestro apoyo y también nuestra admiración porque ahora
mismo están en las trincheras donde se juega nuestro futuro- Los funcionarios
de los Ayuntamientos son el siguiente dique que va a recibir la ola: los
funcionarios del Ayuntamiento que en breve recibirán presiones para torcer la
legalidad y aunque ya nos consta que Mataró, Tarragona, Santa Coloma de
Gramanet y Castell-Platja d’Aro, al menos, se han pronunciado en contra de la
cesión de locales.
Estado de Derecho
Ahora bien, los funcionarios, los juristas y, en suma, los
ciudadanos no pueden quedarse solos en la defensa del Estado de Derecho.
Precisamente éste implica la cesión de la violencia, del recurso a obtener la
justicia por la propia mano y del propósito a la prosecución de los intereses
propios sin límites a unas instituciones que, a cambio, se compromete a
administrar justicia, imponer sus resoluciones y actuar en interés del conjunto.
Si el Estado renuncia a ello será el caos, porque no se puede exigir a nadie
que sea un héroe. O una tragedia, porque en el conflicto sin reglas
ganará siempre el más fuerte…o el más decidido.
Nosotros no tenemos todas las claves de la política, de los
delicados equilibrios e intereses que condicionan la compleja y lenta
maquinaria del Estado. No sabemos si la pasividad de las instituciones responde
a claves que se nos escapan. Pero, lamentablemente, aunque es preferible
resolver los conflictos de una manera racional y consensuada, a veces es
inevitable decir “basta”.
La intervención de Rajoy del pasado jueves es, en este
sentido, esperanzadora: lo cortes no quita lo valiente y si en muchísimas
ocasiones le hemos criticado duramente, el contenido de este discurso es
el correcto . Al menos en el terreno de las palabras no desmerece un editorial
de Hay Derecho pues defiende que lo que no es legal no es democrático, que
España no es una imposición ni una ocurrencia, destaca que la propia legalidad
estatutaria catalana ha sido violada y ampara a los funcionarios afectados, y
demuestra comprensión a los ciudadanos que se encuentren dolidos por
declaraciones y actitudes injustificables y absurdas. Merece la pena ser leído (aquí)
En lo único en que no estamos de acuerdo es en que “nadie
pudo imaginar jamás que asistiríamos a un espectáculo tan democráticamente
deplorable”. Era perfectamente imaginable porque se lleva anunciado años sin
ningún tipo de pudor y finalmente se ha hecho realidad. Esperamos que,
apercibido ya de lo que ocurre de verdad, el Estado democrático Derecho sea
capaz de ganar este envite.
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