Maranchón, un pequeño pueblo de Guadalajara de 262 habitantes, gastó 200.000 euros el pasado año en una corrida de toros
El Confidencial.- Verbenas,
fuegos artificiales, bailables, vasos de 'katxi' o 'mini' en función de la
región. Cada verano, y en especial cada mes de agosto, los pueblos y
municipios de España se engalanan para celebrar las fiestas en honor a su
patrón. Unas celebraciones que el último año supusieron al menos 449 millones
de euros. Desde los polémicos toros de Maranchón (Guadalajara) hasta
las austeras fiestas de Vilardevós (Ourense), durante la semana de
celebraciones todo el mundo entona el ¡que no pare la fiesta!
Los fuegos artificiales son una metáfora del populismo municipal |
No
es el único caso en que la inversión final apenas tiene que ver con la
inicial. Según el análisis de los datos publicados por el Ministerio de
Hacienda, recopilados y tratados por Gobierto y
ampliados por este diario [ver metodología], y tras contactar con varios
municipios, dicha situación es habitual en un buen número de los municipios al
cierre del balance.
En
unos casos, la 'fiesta' proviene de deudas adquiridas en el pasado. Es el
caso de Benalmádena, Málaga, donde la cantidad presupuestada para la partida Fiestas
populares y festejos (338) se estableció a principios del año pasado en un
millón de euros. En cambio, al finalizar el ejercicio la cantidad cargada a
dicha parte del presupuesto fue de 1,5 millones. Es decir, a simple vista,
parece que a los regidores de la localidad malagueña se les fue la mano en más
de medio millón de euros.
En
realidad, y tras ser consultados por este diario, desde el Ayuntamiento de
Benalmádena señalan que los gastos en festejos estuvieron "por debajo de
lo presupuestado, con un gasto en torno a los 800.000 euros de gestión pura y
dura de festejos". Fuentes del consistorio explican que el más de medio
millón restante proviene de una deuda prorrogada de hace una década por obras
en el recinto ferial de la localidad y que tuvieron que incluir en este
ejercicio.
Otro
caso de sobrecoste en la partida de fiestas es la localidad tinerfeña de Tacoronte,
donde la diferencia entre lo ejecutado y lo presupuestado alcanzó los 432.864
euros. Desde el consistorio canario señalan que "el presupuesto 2015 fue
una prórroga de los presupuestos de 2013 y 2014, consecuencia de la
inestabilidad política que se ha vivido en este ayuntamiento en los últimos
años". De esta forma, afirman que el programa 338 se utilizó
como cajón de sastre de otras partidas de cultura, educación y deportes.
"La cantidad para fiestas fue de 172.000 euros", subrayan.
El
caso de Lleida es similar. El más de millón de euros de sobrecargo se debe,
según fuentes del ayuntamiento, a "deuda acumulada de años
anteriores" y a la promoción de otros actos relacionados con la
cultura popular.
En
cualquier caso, y a pesar de los imprevistos y las estratagemas para cuadrar
los números del presupuesto, a vista de pájaro, el panorama es claro: las
fiestas con mayúsculas se dan en el interior de la Península. Las
zonas con menor densidad de población atraen a vecinos y oriundos que emigraron a la
ciudad para celebrar cada año sus tradicionales fiestas.
Así se explica el
esfuerzo que hacen las pequeñas localidades, reflejado en el gasto per cápita,
para celebrar sus fiestas por todo lo alto. Aunque la inversión por
habitante se dispara debido a la escasa población con la que cuentan, el
esfuerzo del consistorio local no deja de ser importante para atraer a más
gentes a sus fiestas. Los pueblos del interior de Castilla y León dominan en
este sentido, con una inversión superior al gasto medio (43 euros por
habitante) de España.
Un ejemplo de la
combinación entre escasa población y gastos extra es La Febró, uno de
los municipios más pequeños de Tarragona. El gasto per cápita en la partida Fiestas
populares y festejos de esta localidad de apenas 39
habitantes se disparó en 2015. La razón fueron las obras que realizaron
en una sala municipal, relacionada con los festejos, que
cargaron a dicha partida.
Por provincias, y según
los datos disponibles, Soria es la región con mayor gasto por habitante. En
concreto, con una inversión superior a los 49 euros por habitante. Otra de
las regiones con un elevado gasto es Burgos, con 36,72 euros por
habitante. Coincide que Burgos es la provincia con mayor número de
municipios. Una buena parte de ellos escasamente poblados.
Ingeniería financiera para
elaborar presupuestos
El 'baile' de los
números no solo se da en las cantidades presupuestadas y ejecutadas por algunos
consistorios. También en los registros que el Ministerio de Hacienda publica en
comparación con los balances de los propios pueblos. Unas veces envían las
cifras erróneas los municipios, que por ley presentan sus cuentas una
vez al año, alrededor del mes de marzo, cuando realizan la liquidación. En
otros casos, ni siquiera envían la información. Sea como fuere, el control no
es exhaustivo y, por tanto, la información resulta incompleta.
A día de hoy, hay más de
2.000 municipios que no rellenaron la partida de fiestas en el pasado
ejercicio contable. Eso, o no celebran fiestas. Al menos, en los datos que
publica Hacienda, no hay cuenta de ninguna cantidad invertida en el programa
338 de fiestas. Por esa razón, por la falta de un buen número de datos de
diferentes municipios, el gasto de 400 millones de euros es estimado.
Además, para obtener con exactitud la cantidad en fiestas, el programa concreto
a observar es el '22605 - Espectáculos y fiestas populares', hijo del 338, pero
que no se detalla en la información que remiten a Hacienda.
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