Por Antonio Arias. Fiscalización.es.- El Índice de Percepción de la Corrupción 2019,
que Transparency International hizo
hoy público en todo el mundo, ha supuesto para España una subida de cuatro
puntos en relación con la calificación del año pasado. Mientras que en 2018
España obtuvo 58/100 puntos, este año la puntuación es 62/100.
Este resultado,
para Transparencia Internacional “sigue evidenciando que la corrupción en
España continúa siendo un problema grave que debe llamar la acción de las
autoridades y de la sociedad civil”. Recuerda que entre 2012 y 2018, la calificación de España
cayó en 7 puntos, una puntuación que no ha vuelto a alcanzar.
España
ocupa, junto con Portugal, la posición 30 de los 180 países estudiados en el
IPC de este año.
Transparency
International España
considera que una economía como la española, que se sitúa entre las 15 primeras
del mundo, no debería estar por debajo de los 70 puntos en el Índice de
Percepción si quiere mantener su imagen y su competitividad. Parece que España
ha tocado
suelo y remonta.
El IPC 2019 mide
exclusivamente la percepción de la corrupción
en el sector público de 180 países y territorios, a los que se asigna una
puntuación de 0 (corrupción elevada) a 100 (sin corrupción). De acuerdo con el
análisis de los datos globales, más de dos tercios de los países estudiados han
obtenido menos de 50 puntos, y la calificación media se sitúa en 43 puntos.
En
la primera posición del Índice se encuentran Dinamarca y Nueva Zelanda, con 87 puntos, seguidos por Finlandia, que este año obtuvo
86 puntos. Los últimos puestos son ocupados por Somalia, Sudán del Sur y Siria,
con 9, 12 y 13 puntos sobre 100, respectivamente. En cuanto a las regiones,
Europa Occidental y la Unión Europea tienen las mejores puntuaciones (66 puntos
de media), y África es la que cuenta con la puntuación media más baja (32
puntos de media).
Desde
2012, solo 22 países han registrado mejoras significativas en sus
puntuaciones. Entre ellos, se encuentran Estonia, Grecia y Guyana. Por el
contrario, en 21 países, como Australia, Canadá y Nicaragua, las puntuaciones
han empeorado de manera significativa.
Esta edición del
IPC 2019 demuestra que existe una relación directa entre dinero, política y corrupción:
los países que obtienen un buen resultado en el IPC cumplen altos estándares en
sus respectivas regulaciones sobre la financiación de las campañas electorales,
así como con procesos amplios y participativos de consultas. Los países con las
regulaciones más exhaustivas en financiación de los partidos políticos y
campañas electorales y con mayor transparencia respecto de estos aspectos,
tienen una puntuación media de 70 en el IPC. Por el contrario, los países donde
las regulaciones no existen o su cumplimiento es deficiente obtienen una media
de 34 y 35, respectivamente.
El
60% de los países que mejoraron significativamente sus puntuaciones en el IPC
desde 2012 también fortalecieron sus regulaciones sobre las donaciones para
campañas políticas.
Los países con
procesos de consulta amplios y transparentes tienen una media de 61 puntos en
el IPC. Por el contrario, cuando existe poca o ninguna consulta, la puntuación
media es de solo 32.
Una amplia
mayoría de países que empeoraron significativamente sus puntuaciones en el
IPC en los últimos años no impulsan la
participación de los actores políticos, sociales y empresariales más
importantes en los procesos de toma de decisiones.
En resumen y en
palabras de Delia Ferreira Rubio,
Presidenta de Transparency International:
“La
frustración por la corrupción gubernamental y la falta de confianza en las
instituciones refleja la necesidad de una mayor integridad política. Los
gobiernos deben afrontar urgentemente el rol corruptor de los grandes capitales
en la financiación de los partidos políticos y la influencia indebida que se
ejerce en nuestros sistemas políticos”.
Consultar aquí un análisis completo de los
resultados del IPC 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario