1.- Los
algoritmos públicos deben ser aprobados por una comisión multidiciplinar que
valore si responden a la ética y los valores públicos (igualdad, equidad por
razón de raza, religión, género, etc.).
2.- Los
procesos y el tipo de información con los que se entrenan los dispositivos de
inteligencia artificial deberían ser también aprobados por una comisión
multidisciplinar que valoren si responden a la ética y a los valores públicos.
3.- Los
algoritmos y los dispositivos robóticos tienen que superar una prueba de estrés
de ética pública en una fase piloto y conseguir la acreditación de una agencia
pública independiente (europea, supraestatal o estatal).
4.- Los
algoritmos, sus procesos de entrenamiento y los dispositivos robóticos deben
ser evaluados cada cierto período de tiempo por una agencia pública
independiente.
5.- Los
cuatro puntos anteriores no deben generar una suerte de neoburocracia sino que,
deben seguir procedimientos sólidos pero sencillos y fluidos.
6.- Los
diseños de los algoritmos y los procesos de entrenamiento en el sector público
deben ser transparentes y no blindados con patentes. Ciudadanos y
organizaciones no gubernamentales deben tener la capacidad de evaluar
externamente ambos procesos.
7.- Los
dispositivos robóticos públicos que interaccionen con personas deberían ser
fácilmente reconocibles como robots. Es un derecho ciudadano reconocer con
facilidad si interacción con un servidor público humano o artificial. Hay que
cuidar, en especial, a las personas más vulnerables (ancianos, niños, personas
con discapacidades, etc.). Un robot debería tener un diseño agradable, pero
evitando que puedan ser confundidos con las personas.
8.-Los
dispositivos robóticos públicos que interaccionen con personas deben evitar, en
su dimensión estética, discriminaciones por razón de género, raza, etc.
9.- Sería
necesario una catalogación internacional de los distintos tipos de robots:
robots sanitarios, de servicios sociales, educativos, policiales, de defensa,
etc. La población debería poder reconocer con facilidad la especialización y
los objetivos de cada dispositivo robótico.
10.-Asegurar
la igualdad de acceso a todos los sectores sociales de los beneficios de la
inteligencia artificial y de la robótica.
11.-Las
fuerzas de seguridad del Estado deben implantar sistemas robóticos de
vigilancia, de prevención y de lucha contra el delito que no vulneren la
libertad de las personas. Los robots deberían limitarse a un uso de la fuerza
coercitiva no agresiva (retener al presunto delincuente, pero no utilizar otro
modo de violencia).
12.- Las
fuerzas armadas deberían prohibir las máquinas que puedan matar de manera
autónoma. Pero esto puede ser en la práctica una quimera. En todo caso es
evidente, que los controles sobre los algoritmos y los sistemas de entrenamiento
deberían ser muy estrictos.
13.- Impulsar
con la máxima rapidez la implantación de la inteligencia artificial en los
diagnósticos y prescripciones médicas. Los algoritmos sanitarios van a salvar
millones de vidas y no hay que demorar este proceso para que se beneficien al
máximo los contemporáneos.
14.-Respetar
el rechazo a ser cuidado por un robot. Este principio va a quedar rápidamente
obsoleto ya que si se diseñan buenos robots de cuidados sociales nadie los va a
rechazar y habrá que evitar justo lo contrario: impedir que algunos ciudadanos
caprichosos se nieguen a ser cuidados por robots que podrían ser más eficaces y
eficientes para el sistema público. En este ámbito hay que avanzar lo más
rápido posible (igual que en el caso de la sanidad) para que los ciudadanos
actuales puedan beneficiarse de las ventajas de esta robotización.
15.-Cada
vez que la Administración pública robotice un servicio público o una parte del
mismo debería definir un conjunto de acciones complementarias para evitar la
pérdida de lazos sociales. La presencia de servidores públicos humanos en
algunas partes del servicio deberá ser preservada o estimulada para que existan
contrapesos emocionales.
17.-Promover
la investigación pública (universidades y centros de investigación) sobre
inteligencia artificial y robótica. No puede ser que toda la innovación
aplicada sobre la materia surja solo del sector privado y serían necesarios
algunos contrapesos de carácter público.
18.-Definir
de forma proactiva políticas de empleo y sociales que atenúen el impacto en el
mundo laboral de la implantación de la inteligencia artificial y de la
robótica.
19.- La
Administración pública no se va a demorar en la implantación interna de la
inteligencia artificial y de la robótica para mantener el empleo público. En
todo caso ningún empleado público va a perder su puesto de trabajo público
debido a esta dinámica. La robótica debe ser absorbida por el proceso natural
de las jubilaciones y, en los casos que no se produzcan, apostar por la
flexibilidad de las plantillas y por su movilidad para que los empleados públicos
objeto de robotización puedan ser destinados a otras tareas.
20.-Las
administraciones públicas deberían regular y aprobar con unos estándares muy
rigurosos en los dispositivos de inteligencia artificial y robótica del sector
privado que presta servicios universales de interés general (energía,
telefonía, agua, transportes, servicios financieros básicos, etc.) y que, por
tanto, no interaccionan con clientes sino con ciudadanos.
21.-Las
administraciones públicas deberían regular y aprobar, con unos estándares de
valores básicos, para que los dispositivos de inteligencia artificial y
robótica del sector privado no atenten contra la dignidad humana.
22.- Los
poderes públicos deberían vigilar y sancionar todas las plataformas sociales
que mediante algoritmos manipulen a los ciudadanos y alteren la convivencia
política. Hay que perseguir las fake news y los operadores que
ofrecen de manera manifiesta una información sesgada. Es un tema delicado pero
los sistemas democráticos deben poder defenderse de las agresiones interesadas
o espurias que ponen en riesgo los cimientos de la democracia.
23.- ¿Diseñar
un marco regulativo para la inteligencia artificial y la robótica sexual?
24.- Es
obvio que para poder preparar e implementar todas estas propuestas un país
serio debería poseer con carácter inmediato de un ministerio para la
inteligencia artificial. Diseñar un entramado institucional coordinado y
complementario con las administraciones autonómicas y las grandes
administraciones locales. Los pequeños municipios deberían en estos temas estar
bajo la protección y auxilio de las diputaciones provinciales o de las
comunidades autónomas.
Propongo añadir un punto de crear y usar un algoritmo e inteligencia artificial que analice y proponga la mejor opción para el desarrollo de algoritmos a nivel europeo o al menos nacional y que no veamos la creación, y gasto en 17 modelos de robots, uno por CCAA. Solo con inteligencia natural me parece que no lo vamos a conseguir, y con 1,2 billones de deficit y un 3 % de deficit estructural anual, menos
ResponderEliminar