Revista de prensa. Por Inés Calderón.- El Economista.es.- Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en España
hay aproximadamente 3,150 millones de trabajadores del sector público, lo que
supone que casi uno de cada cinco (en concreto, el 19,41%) asalariados está
ocupado en alguna administración pública. Madrid, con 470.000, y Barcelona, con
303.000, son lógicamente las provincias que cuentan con más empleados públicos
residentes. Sin embargo, si se tiene en cuenta la proporción de funcionarios
sobre el total de asalariados, ambas están entre las que menos. Las que más
tienen son Cáceres y Teruel, con más de un 30%.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE),
correspondientes a la media anual de 2018, Cáceres es la provincia con mayor
proporción de empleados públicos. De los
110.000 asalariados con que cuenta la provincia, casi 40.000, el 36,19% del
total, trabajan para alguna administración.
Le sigue Teruel, donde el 30% de sus 44.000 asalariados están ocupados en
el sector público. En ambos casos, se trata de provincias en las que el empleo
ha descendido con fuerza desde el inicio de la crisis. La provincia extremeña
ha perdido el 6% de sus ocupados en una década, mientras que la aragonesa tiene
ahora un 10% menos de empleos que en 2008. Esta merma del empleo ha podido
provocar que la proporción de asalariados públicos suba.
Pero Cáceres y
Teruel no son excepción. De hecho, las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla,
superan con creces los datos de ambas, ya que tienen a prácticamente la mitad
de sus asalariados trabajando en alguna administración pública.
Al margen de las
ciudades autónomas, otras 12 provincias españolas, casi todas del interior,
tienen a más de una cuarta parte de sus asalariados ocupados en alguna
administración pública. Salamanca (con un 28,7%), Jaén (28,1%) y Ciudad Real
(27,98%) completan los cinco primeros puestos. Hay que resaltar que ninguna de
las cinco provincias con mayor proporción de empleados públicos alberga la
capital de sus respectivas comunidades autónomas.
Otras ocho
provincias: Badajoz, Lugo, Granada, Orense, Cádiz, Albacete, Ávila y Palencia
también tienen a más de una cuarta parte de sus asalariados ocupados en alguna
administración pública. En algunas de estas provincias, la dependencia del
sector público es especialmente reseñable, ya que tienen un número de
pensionistas casi tan elevado como el de ocupados.
Las provincias más turísticas son las que menos peso del
empleo público tienen
En el lado
contrario, se sitúa Barcelona, que, a pesar de ser la segunda provincia con
mayor número de empleados públicos, es la que tiene una menor proporción
(14,3%). También por debajo del 15% se sitúa Almería. Le siguen Girona y
Guipúzcoa, con tasas ligeramente por encima del 15%. También están por debajo
de la media varias provincias con un importante peso histórico del turismo,
como Baleares, las dos provincias canarias o las tres de la Comunidad
Valenciana.
También varias
comunidades uniprovinciales están entre los territorios que tienen una mayor
proporción de funcionarios entre sus asalariados, con tasas por debajo de la
media nacional. Es el caso de Madrid, La Rioja y Navarra, todas ellas con
porcentajes en torno al 17,7% del total de asalariados.
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