"Hay que pasar pasar de una sociedad jerarquizada y obsoleta a una sociedad de colaboradores"
Jesús Martínez. Blog Trabajo colaborativo.- En mi intervención
del pasado julio, en la presentación del libro Nuevos
Modelos de Formación que hicimos en el CEJFE, y refiriéndome a los déficits
del modelo formativo clásico, afirmaba que había una variable que no se había
considerado suficiente y que en la práctica suponía una barrera al cambio de
modelo:eran los buenos profesionales. Era evidentemente, una afirmación
irónica, por cuanto estaba hablando de algunos de los compañeros que tenía en
la mesa. Por ejemplo, de Jordi López y de Sylvia Alonso. Y de otros
muchos, que no habían podido asistir, que con su buen trabajo y sus
muy buenas aportaciones, habían insuflado vitalidad a un modelo que
desde hace tiempo ya no se aguanta.
Creo que hay ya bastante
consenso en que el modelo tradicional vino a cubrir (de forma muy digna)
una larga etapa en la Administración Pública. Pero… todo tiene su tiempo. Y
ahora, en lasociedad conectada, en la que la autonomía de los
aprendices no tiene límites, y en la que los canales disponibles de
información, formación y aprendizaje son más eficientes que nunca , la
intermediación habitual de los centros de formación se ve cuestionada. Tocaría,
por tanto,mover ficha y acelerar la sustitución -y transformación
posterior- de los formatos habituales.
Y, como decía al principio
(ahora sin ironía), si no había ocurrido antes era porque las lagunas,
déficits y inconsistencias se habían salvado gracias a la excelente
labor de muchos de los profesionales responsables de la formación. Por
ejemplo, ahora recupero dos formidables documentos impulsados desde la Escola
d’Administració Pública de Catalunya en la época del director Carles Ramió
y en la que la contribución de Sylvia Alonso fue fundamental. Se trata del Manual
de Detección de Necesidades Formativas y del documento Pautas
y criterios para la calidad de la Formación. Podríamos poner otros
muchos ejemplos, algunos de la autoría de José Antonio de la Torre y de su
equipo de la Diputación de Alicante, del IAAP ( con Jose
Maria Sanchez Burson y Carmen
Seisdedos (esta guía
para docentes me encanta) ,de Paco Saavedra de la
Escuela de Administración Pública de la Región de Murcia, etc. Pero también, de
otros muchos profesionales que en su día pudimos seguir y escuchar en la JAP de
Expoelearning ( años 2010 al 2014), en los congresos EDO , o han sido premiados
por el INAP.
Pero, y ya entrando en
materia, y restada esta variable anterior, nos encontramos con
dificultades prácticas a la hora de establecer arquitecturas metodológicas
diferentes que puedan suplir con garantías los servicios formativos que
veníamos entregando bajo el modelo tradicional. Todos sabemos que ya no
es posible funcionar con una único modelo y que estamos abocados a
combinarlos. Pero, se trataría, de establecer los criterios y
proporciones adecuadas a cada uno de ellos. Partimos de la base de que
el espacio natural de los modelos y metodologías tradicionales, basadas
en aula y experto, están pensadas como el itinerario más sencillo para formar a
los profesionales noveles y para algún tipo de formación
estratégica. Pero, para el resto, podría optarse, con mayores
garantías de eficiencia, por otras alternativas.
Y en eso estamos ahora. Al
inicio del diseño de los planes formativos 2017, idealmente,
las proporciones habrían de ajustarse a patrones más alineados a lo
que nos dice la praxis de cómo se aprende ahora. ¿Sería posible esta
combinación? Una proporción (no excesiva) de formación estratégica e
inicial (si la hay) apoyadas en metodologías aula /experto, otra proporción
para el aprendizaje social y situado, y otra para servicios
de apoyo al aprendizaje que nace de la la propia autonomía de los aprendientes. Y,
todo ello embebido en una arquitectura más elaborada de gestión del
conocimiento organizacional.
Pues bien, este ejercicio,
que sobre el papel es fácil, a la hora de plasmarlo en una programación
concreta sufre tensiones .Y como puede observarse en las
distintas ofertas formativas de las diferentes escuelas de formación, las
nuevas experiencias llegan aún a un porcentaje mínimo de profesionales.
Así, a bote pronto,
y sólo al inicio de la planificación, podríamos identificar cuatro
tipos de obstáculos.
1- El cultural
Después de tantos años
identificando la formación con el aula, el experto y distribuida en sesiones
horarias fuera del ámbito laboral, no es fácil desanclar esta
percepción. Es como si todo lo que no pase por estos parámetros no fuera
formación. No ayuda tampoco la regulación normativa del EBEP, en la que
se cuantifica la formación en espacios horarios de hasta
40 horas . Además, es justo reconocer que pese a todas las críticas
recibidas, el formato aporta beneficios, muchos de ellos no estrictamente
relacionados con el aprendizaje. Se han descrito en diferentes ocasiones todos
aquellos que tienen que ver con el intercambio, la socialización, ladescomprensión laboral,etc.,
los cuales no es fácil substituir.
¿Qué pasa entonces cuando
se propone migrar a otro formato? Constatamos que en muchas personas se
genera, de entrada, resistencia. Se piensa que se podría poner en peligro
el formato tradicional, más amable y menos exigente y que sería difícil
compatibilizar una doble carga formativa (la que elijo yo y ahora esta
otra más complicada). Tampoco ayuda que la pedagogía que hemos
hecho a los máximos directivos, no ha sido muy
convincente. Y como resultado perverso ( y aquí exagero un poco), nos vemos
abocados a ofrecerlos a una parte de la plantilla más motivada pero,
también, más sobreformada.
2- El diseño organizativo
Ayer mismo nos lo volvía a
recordar en las páginas de La Vanguardia Henry De Sio, el estratega
de la campaña de Obama de 2008. Decía:...venimos de un mundo jerárquico, en el que se trabajaba de manera
compartimentada y todo se basaba en la repetición. El mundo que es, es plano,
fluido e híbrido. Y, defiende, que hay que pasar pasar de
una sociedad jerarquizada y obsoleta a una sociedad de colaboradores.
Algo de esto también es
aplicable a la Administración. No está diseñada para la colaboración y el
intercambio. En algunas ocasiones, en este blog, hemos reflexionado sobre
ello. Y, sabemos también, que solo si se dan ciertas circunstancias,
entre ellas que exista un grupo profesional homogéneo con una práctica laboral
retadora, que cuenten con una dirección alineada con estos parámetros, y
se consiga una dinamización excelente, podría instalarse esta deseada nueva
dinámica de aprendizaje.
3.- Medios e infraestructura
En otros tiempos, en los
que los presupuestos eran expansivos, habríamos hecho como en los
años 90 con la introducción de las plataformas de eLearning y la
formación online: gastar mucho dinero en tecnología. Ahora sabemos que la
tecnología no era la respuesta, pero, en cambio, sirvió de primera
palanca estratégica para sensibilizar y abrir espacios en la organización.
En esta época no contamos ya con este factor. Las grandes apuestas de
transformación ahora, sí las hay, pasan por presupuestos raquíticos y siempre
contando con la voluntariedad y la pasión que pongan algunos profesionales
con su conocimiento interno. Pero está gasolina llega a
dónde llega. Ahora, por ejemplo, necesitaríamos una renovación completa de las
herramientas de trabajo tecnológicas, en las que se incluyera por
defecto, como ya hemos explicado otras veces, plataformas de colaboración
online, gestores documentales, herramientas de comunicación síncrona, etc.
4- La zona de confort
Y, dejamos para el final,
el que yo creo más importante: la incomodidad que nos produce
apostar por otro tipo de procedimientos de trabajo cuando, y esta es la
gran paradoja, no tenemos a nadie en la puerta de los despachos que nos lo esté
pidiendo con insistencia. Hay que decir que la mayoría de las veces, los
proyectos de cambio y transformación nacen de la propia iniciativa de los
profesionales y gestores de la formación. No vienen ni de los usuarios,
ni de la capa directiva. De todas maneras, no es éste un factor homogéneo,
y encontramos experiencias de gran valor en muchos sitios, y defendidas
con gran pasión por altos responsables de la organización. ( En otro post
explicaré una investigación que al grupo EDO y al CEJFE nos ha aprobado
la Escola d’Administració Pública de Catalunya, en la que nos proponemos
hacer un inventario exhaustivo de todas las nuevas experiencias de
formación que se están produciendo en la Generalitat de Catalunya. Pero éste ya
será objeto de otro post).
No hay comentarios:
Publicar un comentario