"Y es que el conocimiento, cuándo es asociativo, lo es también multiplicativo.Y el talento individual (y organizacional) crece mejor en estos espacios aún tan raros en la Administración"
Por Jesús Martínez. Trabajo Colaborativo.- Hace unos
días, Manolo
Serrano, coordinador de la mesa redonda sobre Talento
y AAPP en el próximo congreso Novagob, nos retaba a Juana
Lopez Pagan y a mí mismo con una serie de preguntas provocativas.
Algunas de ellas eran estas:
¿Qué es
esto del talento? ¿no somos excesivamente bondadosos al considerar que en la
administración, tal como está concebida, se puede pensar que la
potenciación del talento a través de la colaboración es algo posible?
Cuando
aún no se tiene evidencia (¿hay demasiado postureo?) En los temas de
colaboración y talento en las organizaciones privadas ¿porque tendría que
intentarse en la administración pública?
Nuestras
aapp (institutos de formación incluidos) ¿tienen como objetivo estratégico el
desarrollo del talento?, ¿son un buen instrumento de colaboración en red?
Si parece
que nos adentramos en el tiempo de la necesaria colaboración
interadministrativa, que los retos serán más difíciles de vencer si no se
abordan de forma colaborativa, en redes de trabajo, no solo con el intercambio
de bbpp ¿por qué cuesta tanto aunque haya avances? ¿es un ejemplo de
procrastinación?
Admito
que no son preguntas que permitan respuestas simples. Por eso llevo varios días
reflexionando y, ahora, me atrevo a avanzar algunas ideas que podremos debatir
( si os apetece y podéis) el
próximo jueves por la tarde , en La laguna. Estructuro mi reflexión en
cuatro apartados.
1.- To be or not to be.
Este es
el título de la famosa película de Ernest Lubitsch. En la película, en un
momento determinado, el señor Tura,uno de los protagonistas, haciéndose pasar
por un alto general alemán que visita las tropas nazis acuarteladas en Polonia,
se entrevista con el comandante en jefe, y enseñándole una lista de prisioneros
-en realidad era la lista de los líderes de la resistencia polaca a los
que quería ayudarles a huir – les pide que los traiga a su presencia
ya que necesita interrogarlos urgentemente. El gran drama, para el
comandante alemán, ya habiendo cotejado la lista con su subordinado
Schultz, es que cada uno de los integrantes de la lista… ya habían sido
eliminados.
Bromas
aparte, algo parecido a esto ocurrió la semana pasada en Barcelona. En
una entrevista con un alto cargo de un organismo público, le planteábamos
que nos facilitase perfiles de funcionarios para una colaboración
internacional. Después de un exhaustivo repaso, como no encontrábamos a
nadie apto, le pregunté por una persona que había conocido años atrás, la cual
sí que reunía las características que pedíamos (dos idiomas extranjeros con un
alto nivel y 10 años de experiencia en el sector) y, la sorpresa
para mí fue cuando me confesó que ya hacía bastante tiempo que se había
marchado de la Administración ( no eliminado;)).
2.-
Las cuatro agendas en la Administración Pública.
Hace unos
meses, a propósito de una intervención de Carles Ramió, en la que hablaba de la
dificultad del liderazgo motivador en la gestión pública, nos comentaba
que a diferencia del sector privado, en la Administración había que lidiar con
4 agendas. Dos equivalentes tanto en el sector público como en privado, y dos
específicas del Sector Público. Lo
recogí en una entrada anterior de esta manera:
Las
equivalentes :
La agenda
profesional. Tiene que ver con la visión clásica de la motivación. Tanto
intrínseca (fácil de conseguir en el entorno público, si se cree en ello y se
hace bien), como con la extrínseca (mucho más limitada). La teoría motivacional
nos remite a hacer sentir a los empleados como parte de un proyecto,
como personas que aportan valor al común, que son imprescindibles en la
consecución de objetivos, etc. Todos los directivos conocen la teoría y,
algunos de ellos, la aplican.
La agenda
familiar. Tiene que ver con la facilidad y la flexibilidad para hacer posible
la conciliación entre trabajo y familia.
Las
específicas:
La agenda paraprofesional. Afecta a un número muy
reducido de funcionarios, pero por la actividad propia que realizan tienen
mucha visibilidad –tanto interna como externa-. Alude a la agenda
individual de cursos, clases, participación en eventos, compromisos
paraprofesionales, etc. que se puede mantener fuera del ámbito estrictamente
laboral. Motivar a estas personas es sumamente difícil, ya que, -simplificando
mucho- tienen dos jefes: el de la oficina y el otro, el que te ofrece una
actividad paralela. Esta agenda es mucho más difícil de encontrar en un
entorno de organización privada.
La agenda
de la cultura organizacional. Esta cultura organizacional es mucho más
potente en los entornos públicos y, en ocasiones, limita la autonomía del
directivo para poder ofrecer inputs que tenga valor para los
empleados que no sean eliminados o desvalorizados por la cultura
organizacional preponderante.
Pues
bien, si esta reflexión anterior sirve para entender los elementos
motivacionales en la administración, creo que sirven también para entender qué
pasa y como gestionamos el talento. Si la agenda profesional es aquella en la
que las personas talentosas hacen carrera en las organizaciones, la agenda
paraprofesional puede ser un obstáculo. Por ejemplo, en el caso del
profesional que buscábamos en el punto anterior, creo que se malogró su talento
porque había puesto mucha intensidad en su agenda paraprofesional y
su jefes fueron un poco miopes. Y, el drama resultante , fue la pérdida
de una persona muy valiosa por no haber podido/ sabidorediseñar la
organización.
En muy
pocas ocasiones ocurre que la agenda profesional y paraprofesional vayan juntas
y potencien la carrera administrativa (aunque existen excepciones
muy conocidas) . Por lo general, todavía suele ser un
obstáculo y obliga los talentosos a hacer equilibrios constantemente ( y
todos sabemos de qué hablamos;), hasta que se cansan;(.
3.-
Detección de necesidades versus detección de potencialidades
Desde el
mismo momento que programamos formación tradicional ( la dominante) con un
instrumento que se llama Detección de Necesidades, estamos renunciando (y
aquí generalizó excesivamente) a la mirada
apreciativa, que es aquella que va un paso por delante en la organización y
está preveyendo los escenarios de futuros a los que nos enfrentaremos y
descubriendo, al mismo tiempo, el potencial de las personas que podrían
aportarlo. Creo, y aquí hablo de la cuarta agenda del punto anterior, la cultural,
que estamos muy contaminados e impregnados de esta mirada sobre déficit y no
sobre potencialidad. Y esto no ayuda, lógicamente, a estimular y cultivar
talento. Ahora, si surge, es como aquellos deportistas míticos de nuestra
infancia ( Santana, Ángel Nieto, Joaquin Blume, Mariano Haro, etc.
Generación espontánea , no cultivo y desarrollo planificado y sistémico.
4- Pero,
¿no hay nada que aún pueda hacerse ?
Siendo
optimistas -algo a lo que nos vemos obligados en esta época de
turbulencias-,algo podemos hacer . Somos de la idea, como decía Ramió el
otro día, que la organización pública es oceánica, y cabe todo. Es así
que también caben espacios en los hay en los que se puede crear y cultivar
talento. Un caso de ellos tiene que ver con el fomento del trabajo y el
aprendizaje colaborativo. Creo que las tesis que lo sustentan son de
aplicación, también, para el talento.
Veámoslo.
Si uno quiere hacer carrera individual, su itinerario base está marcado
por su agenda profesional. Y, si no abandonas la perspectiva, al
final habrás obtenido reconocimiento.
Pero, ( y
esta es la novedad) hay ahora otros itinerarios para el reconocimiento.
Uno de ellos es través de la colaboración ( ahora, con la cultura
de algunos millennials que nos han llegado, un poco más fácil). No es
preponderante y sólo emerge en espacios muy reducidos, pero es posible.
Afino la
idea: si partimos de la premisa de que los espacios de promoción profesional
cada día están más acotados en las organizaciones veteranas ( y de
tantos veteranos), progresivamente se abren paso otros itinerarios diferentes.
La prueba la hemos tenido en estos últimos años en el programa de aprendizaje y
trabajo colaborativo Compartim.Por ejemplo, por poner un dato: la mayor
cantidad de bajas de moderadores de comunidad, ha estado más por promoción que
por cansancio. Muchos de los dinamizadores han promocionado a
importantes áreas de responsabilidad. A veces ha sido porque han acumulado
puntos para concursos a través de publicaciones, formación, etcétera; y, en
otras han obtenido gran visibilidad para obtener encargos de libre
designación. Y, al revés, muchos profesionales que querían
hacer la guerra por su cuenta, en aquellas áreas profesionales en los
que se había podido establecer una comunidad de práctica, han acabado
participando en ella. Y es que el conocimiento, cuándo es asociativo, lo es
también multiplicativo.Y el talento individual (y organizacional)
crece mejor en estos espacios aún tan raros en la Administración.
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