Por José R. Chaves.- delaJusticia.com blog.- Un amigo se ha convertido en flamante habilitado nacional, y tras tomar posesión de su plaza, me ha pedido algún consejo para un futuro que se le antoja como la subida al Everest.
Sin
que yo quiera encasillarme como hombre jurásico, mi amigo me consulta porque
cuento con treinta y cinco años de servicio público, habiendo pasado por
técnico, letrado público, profesor y magistrado.
Desde
aquí le tranquilizo, y aprovecho para dictarle los consejos como los daría un sherpa con cierta experiencia montaraz a todo alto
funcionario, con mando en plaza.
A
bote pronto, y aunque en extenso ya abordé las reglas de supervivencia de
cualquier funcionario (“Ser funcionario en tiempos
difíciles”, tienda Wolters Kluwer, 2019 o Amarante Store) me atrevo a sugerir estos quince
consejos que si bien se refieren a habilitado en el mundo local, valen mutatis mutandis, para cualquier funcionario de cualquier administración,
e incluso si se me apura, para cualquier abogado integrado en un bufete:
1.-La
Administración ya funcionaba antes de que tomes posesión y seguirá funcionando
cuando te vayas; no intentes pasar a la historia.
2.- Las cosas
están así por algo, y descubrir ese algo es muy importante antes de cambiarlo;
3.- El interés
general a veces es más “interés” que “general”.
4.- Ser alcalde o
concejal dota de poder pero no de infalibilidad, ni autoriza a atropellar, ni su legitimidad
democrática implica que su criterio prevalezca sobre la legalidad que impone la
Constitución;
5.- Ser
habilitado es una alta y noble responsabilidad: no hay que olvidar que nadie
regala la habilitación, fruto de sacrificio de tiempo, estudio y dinero; dado
que no se ha regalado, no se está obligado a ir más allá de lo que marca la ley
y la lealtad institucional (siendo muy distinta la “lealtad institucional” de
la “lealtad política”).
6.-Todo es
importante y todo es urgente a los ojos del político, pero tú debes ver los
problemas con tus propios ojos, los del funcionario, desde el conocimiento y el
sano distanciamiento;
7.-Los recursos
humanos son los que plantean los recursos más inhumanos; se pierde mucho tiempo
y energías en mantener la paz social entre el personal.
8.- La vida
municipal tiende a ocupar todo el tiempo disponible del habilitado, pero la
vida privada debe convertirse es un reducto inexpugnable. Lo excepcional no
debe convertirse en habitual.
9.- Si algo se
solicita con extrema urgencia, desconfía. Si algo te lo piden aduciendo
“intereses políticos”, desconfía. Si algo se tramita a tus espaldas, desconfía.
Si se nombra a alguien de confianza política, con funciones de “coordinación”,
desconfía. Si te dicen sin solicitarlo tú, que se va a incorporar alguien para
ayudarte, colaborar o completar tu labor, desconfía.
10.-Si alguien
critica la justicia o la aplaude, según le favorece o perjudica, desconfía.
11.- Respetar y
hacerse respetar siempre van íntimamente unidos.
12.-No todo el
que te alabe por tus informes es tu amigo, ni quien te critique es tu enemigo.
Valora las razones de quien te juzga.
13.-No hay buenos
generales sin buenos colaboradores, y la lealtad de éstos se cultiva con
empatía y saber decir “gracias”, o “tranquilo, yo asumo la responsabilidad”.
14.-No te duermas
en los laureles: tu fortaleza reside en tu formación completa y actualizada.
15.-No te
ciegue el dinero, pero lucha por las retribuciones que reclama tu dignidad como
persona, profesional y funcionario.
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