A 30 de junio había 740 en activo (sin contar los de entidades autonómicas y locales), la cifra más alta de los últimos años. De ellos, 243 son mujeres y 497, más del doble, hombres.
Por EVA BELMONTE, ANTONIO HERNÁNDEZ y MIGUEL ÁNGEL GAVILANES . Fundación Civio.- Fue un paso adelante y así se contó: en 2018 Pedro Sánchez creó el primer Consejo de Ministros con más mujeres que hombres. Tras la remodelación del pasado verano, el balance está 14 a 8 a favor de las ministras. Pero, al bajar niveles y rascar más allá de esa foto oficial, la cosa cambia. De los 740 altos cargos estatales en activo a 31 de junio, solo 243, un 33%, son mujeres. Así, en términos globales, y contando todos aquellos obligados a rendir cuentas ante la Oficina de Conflictos de Intereses (OCI), la “presencia equilibrada” de hombres y mujeres de la Ley de Igualdad no se cumple, esto es, que haya un máximo del 60% y un mínimo del 40% para cada uno de los dos géneros o, lo que es lo mismo, centrándonos en el incumplimiento más habitual: no puede haber más de un 60% de hombres. Y a esa fecha, cuando se cerró el último balance oficial, suponían un 67%.
Eso sí, hemos estado peor. De hecho, desde 2015 el porcentaje de mujeres ha ido creciendo. El peor dato se dio a finales de 2015 y a mediados de 2016, ambos en época de Rajoy, cuando las mujeres no alcanzaban ni el 22% del total. Y el paso al Gobierno de Sánchez se notó: entre mayo y diciembre de 2018 las mujeres pasaron del 23 al 30%. Aunque seguía sin ser suficiente.
Evolución de la brecha de género en los altos cargos
La Ley de Igualdad establece que los poderes públicos “procurarán atender al principio de presencia equilibrada de mujeres y hombres en los nombramientos y designaciones de los cargos de responsabilidad que les correspondan”. Algunos de esos 740 altos cargos no han sido nombrados directamente por el Gobierno -como pasa, por ejemplo, con los de la Casa Real- y, por lo tanto, no es su responsabilidad directa. Pero una abrumadora mayoría sí salen directamente de las decisiones que toma el Ejecutivo.
De hecho, si solamente nos fijamos en los ministerios y obviamos otros organismos como el Consejo de Seguridad Nacional o la Casa del Rey, las cifras no mejoran mucho: de ese 33 pasamos a apenas un 34% de mujeres.
Barreras a la transparencia
Los datos de este reportaje salen de los informes de altos cargos que publica la Oficina de Conflicto de Interés, que no incluyen organismos autonómicos y locales pero sí todos los estatales, incluso algunos que nombran a sus propios trabajadores, como la Casa Real. De ahí, hemos extraído los altos cargos en activo a cada cierre de informe. Y nos hemos encontrado con algo curioso: todos están en formatos que permitían copiar los nombres menos los de 2020, cuando se dio marcha atrás y se empezaron a publicar pdf escaneados, dificultando mucho su tratamiento. No es la única barrera a la transparencia. De hecho, lo que se publica de las declaraciones de estos altos cargos es solo un resumen.
Además, la norma añade que el Gobierno atenderá al principio de “presencia equilibrada” -ese 60/40- en la administración general del Estado y los organismos públicos o dependientes de ella “considerados en su conjunto”. Algo que, si atendemos a los datos de la propia OCI, no se cumple.
Pero si vamos más allá de la cifra global hay organismos en los que la situación es mucho peor. Dejando fuera por razones obvias aquellos con un solo alto cargo, la Casa del Rey es el farolillo rojo: diez hombres y solo una mujer, la interventora.
También encontramos suspensos en los organismos dependientes directamente de Moncloa. De hecho, hace solo unos días, Pedro Sánchez vació de mujeres el núcleo duro de Moncloa. Solo once de los 23 ministerios cumplía a finales de junio ese 60/40 mínimo. Dos de ellos, Sanidad y Universidades, lo hacen exactamente al 50%. Y otros dos, Interior e Industria, Comercio y Turismo, cumplen la regla por la mínima, están en el 60/40.
Porcentaje de mujeres y hombres en los organismos al cierre de cada semestre
Otros dos ministerios, Igualdad y Justicia, tienen más de un 60% de un solo género pero, eso sí, en su caso esa mayoría es de mujeres. El incumplimiento más habitual no sorprende: diez ministerios tienen más de un 60% de hombres entre sus altos cargos. El menos paritario en este sentido es Defensa, con un 89% de hombres o, lo que es lo mismo, 41 altos cargos varones frente a cinco mujeres, entre ellas la propia ministra. Le sigue Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con 73 hombres (un 85%) frente a 13 mujeres (un 15%).
Récord en el número de altos cargos
El 30 de junio, solo unos días antes de la remodelación del Gobierno y el tradicional meneo en cadena de ministros, secretarios de estado, directores generales y jefes de gabinete, la Oficina de Conflictos de Intereses cerraba su informe semestral, el que da cuenta de quiénes son los altos cargos obligados a presentar declaraciones de actividades y bienes en los organismos públicos estatales y que supone la base de este reportaje. Había 740 altos cargos en activo, una cifra récord. Y, ¿cuándo hubo menos altos cargos? En junio de 2016, con el gobierno en funciones de Rajoy en La Moncloa, cuando eran 641.
Desde el 30 de junio de 2015, fecha de cierre del primero de esos documentos, más de 1.600 personas han pasado por esos sillones.
El bloque más importante de esos 740 altos cargos en activo a 30 de junio de 2021 está en Exteriores, incluyendo sus 121 embajadores. Le sigue el Ministerio de Transportes, inflado gracias a sus 28 presidentes y otros tantos directores de las autoridades portuarias, unos organismos liderados por personas vinculadas a los partidos políticos y donde escasean los perfiles técnicos.
No todos los altos cargos se ven afectados por los meneos de ministros. Ni siquiera por los cambios de gobierno. De hecho, 103 de las personas nombradas desde junio de 2015 permanecen en algún puesto a día de hoy, sin interrupciones. Gobierne quien gobierne. Entre ellos, por ejemplo, el director del Boletín Oficial del Estado (BOE).
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