" El abandono escolar es del 4,8% en el País Vasco y del 17% en Andalucía "
Luis
Corchón Díaz , Nada es Gratis blog.- Recientemente las Fundaciones “Ramón Areces” y “Europea
Sociedad y Educación” han editado un interesante libro titulado "Indicadores
comentados sobre el estado del sistema educativo español" (2022), cuya
presentación del libro y comentarios consecuentes están disponibles aquí.
El título es bastante indicativo. El libro da una
descripción cuantitativa completa del funcionamiento de nuestro sistema
educativo (preuniversitario y universitario) y pergeña posibles soluciones a
los problemas detectados. En sus 229 páginas se ofrecen multitud de datos y
reflexiones que merecerían un detallado estudio por parte de aquellos que
tienen la capacidad política de cambiar las cosas.[1] Estos datos nos proporcionan una
visión detallada de los diferentes frentes y nos permiten ver realmente dónde
están los problemas. E igual que un médico no prescribe un tratamiento para
"problemas renales" (de
los que hay 15 más comunes), nadie debería hablar de los problemas de
nuestra educación sin ir al detalle de dónde se hallan esos problemas.
En esta reseña trataré de dar una idea de parte del
contenido de éste interesantísimo libro que, si tengo éxito, abra el apetito
del lector y le anime a sumergirse en él.
Los datos españoles desagregados
Los datos que me han parecido más relevantes se refieren a
varios importantes temas a saber:
1 - CCAA. Su nivel educativo varía mucho. Desde el País
Vasco, donde el 56% de la población entre los 25 a 64 años ha completado
educación terciaria, hasta Extremadura donde solo lo ha hecho el 29% (gráfico
59). También varían las tasas de abandono educativo, donde el País Vasco tiene
el 4,8% hasta Andalucía que tiene el 17% (gráfico 83).
2 - Género. La tasa bruta de graduación de la ESO varía entre el 88,4%
para mujeres al 80% en hombres en 2020. Una brecha que se va cerrando, ya que
en 1999 esas tasas eran del 81% y 66% respectivamente (gráfico 61). El abandona
educativo temprano en 2021 era del 16,7 y el 9,7% respectivamente (gráfico 81).
3 - Series temporales. La educación de las cohortes va mejorando. La tasa
bruta de graduación de las cohortes ha pasado del 81,3% en 2000 al 88,4% en
2020 (gráfico 61). Y el porcentaje de la población de 25 a 34 años que ha
alcanzado la educación terciaria ha pasado del 41,6% al 54,4% en el mismo
período (gráfico 71). El abandono educativo ha caído del 37,2% al 16,7% en ese
mismo período (gráfico 81). Y el porcentaje de becarios en la universidad pasa
del 8% al 9,9% en el mismo período (gráfico 48).
4 - Niveles educativos. Aunque España lo hace bastante bien en los niveles
más bajos de la educación, Jesús Carro en un análisis estadístico impecable
muestra que nuestro sistema educativo no es capaz de producir el mismo
porcentaje de gente realmente brillante que otros países, aspecto ya señalado
en un
"oldie
but goldie" de Antonio Cabrales.[2]
Los datos españoles con respecto a Europa
La comparación con nuestros socios europeos le da
profundidad al análisis de los datos. Y así como para saber si un equipo de
fútbol va bien nos basta una mirada a la clasificación de la liga, los rankings
nos colocan en nuestro lugar en Europa.
1- Abandono educativo. No me detendré mucho aquí ya que
es conocido nuestro mal rendimiento en este campo en el que somos penúltimos en
la UE (gráfico 82).
2 - Educación permanente. Aquí lo hacemos bastante bien. Estamos 4 puntos
por encima de la media de la UE (gráfico 86).
3 - Ninis. Otro problema endémico de nuestro sistema educativo. Es cierto
que hemos logrado una reducción significativa del porcentaje de jóvenes en esta
categoría, en concreto, del 18,2% en 2011 al 11% en el 2021 (gráfico 95).
Desgraciadamente esto no ha sido suficiente: somos los séptimos por la cola en
la UE (gráfico 96).
4 - Tasa de empleo por nivel educativo. Es más, o menos idéntica a las
medias europeas y de la OCDE en el nivel educativo más bajo. Pero son
inferiores en todos los demás niveles. Esta tasa es creciente con el nivel
educativo partiendo desde el 56% para el nivel más bajo llegando al 89% para
los que tienen el doctorado.
5 - Categorías educativas. Aunque España lo hace muy bien en educación
infantil, está un poco por encima de la media de la UE en el porcentaje de
alumnos de bajo rendimiento en lectura y matemáticas (pero ese dato puede no
ser muy exacto ver
aquí). Un poco
por debajo en el porcentaje de bajo rendimiento en ciencias. Y, como ya hemos
comentado, muy por encima en abandono temprano de la educación y la formación
(gráfico 57).
6 - Series temporales. España ha progresado notablemente su nivel
educativo superior superando en 7 puntos la media de la UE en educación
terciaria, casi los mismos que teníamos de ventaja en 2005.
Cosas que echo en falta en el informe (y más allá).
Como cosas puntuales, me hubiera gustado que la publicación
ofreciera un índice temático que hiciera más fácil buscar temas concretos, así
como estadísticas de becarios en Europa lo que nos permitiría entender mejor
nuestras realizaciones en este campo.
Cosas más importantes
1 - Me gustaría que hubiera datos del rendimiento educativo
como función del nivel educativo de los padres. Hace unos quince años, creíamos
que parte de nuestros mediocres resultados agregados en PISA eran debido al
atraso educativo de la generación anterior (ver por ejemplo aquí),
lo cual nos hacía (quizá debería decir me hacía) optimista pensando que
conforme se incorporaran nuevas cohortes con padres con mejor educación
promedia nuestro rendimiento educativo iría subiendo. No ha ocurrido así y me
gustaría saber por qué.
2 - Otro misterio para los que creemos que el capital humano es el motor
principal del desarrollo, es que no siempre el rendimiento educativo se traduce
en mejores resultados económicos. Así Castilla tiene unas cifras PISA
comparables a Finlandia, pero su PIB por habitante no lo es... ¿es debido a la
emigración de los mejores, a la falta de emprendimiento...? Me gustaría tener
cifras de trasvases educativos entre regiones para empezar a entender este
problema.
3 - Es muy difícil empezar a entender las debilidades de nuestro sistema
universitario sin datos de la investigación que se realiza ni cómo esos datos
se comparan con Europa. En la universidad moderna, porque se investiga, se
enseña, ya que no hay otra manera de llevar a los estudiantes a la frontera del
conocimiento (bueno, quizá solo a sus aledaños). Una frontera que se mueve
continuamente. Por eso el único requisito para ser profesor permanente en
cualquier sistema universitario es el de haber realizado una investigación
independiente que se supone, ha hecho avanzar esa frontera, aunque sea
milimétricamente.
[3]
4 - Para evaluar el rendimiento de las universidades convendría tener en cuenta
los datos del programa internacional de
evaluación
de competencias de adultos. Debemos valorar si la expansión de la enseñanza
universitaria es necesariamente una buena idea. Dependerá del cómo, claro.
Resumiendo, aunque la enseñanza en España ha realizado
progresos considerables en el siglo XXI, sigue mostrando debilidades
importantes entre las cuales, la que más me preocupa, es nuestro escaso éxito
en producir alumnos realmente brillantes en cantidades comparables a los que se
producen en Europa. Y aún más que, a pesar del esfuerzo de algunos, estos temas
no estén continuamente en las primeras páginas de los medios de comunicación. Y
que cuando lo están "manca finezza". Nos jugamos estar en primera
división o en tercera.
[*] Agradezco a Carmen Beviá, Antonio
Cabrales, Mercedes Esteban e Ismael Sanz sus comentarios a una versión
preliminar de este trabajo. Todos los errores u omisiones son de mi exclusiva
responsabilidad.
[1]La contribución de este servidor de ustedes
se centra en resaltar la importancia de la educación a todos los niveles.
[2] Me queda una duda ¿lo hacemos bien en
los alumnos con menor rendimiento educativo porque somos cuasi-líderes en
abandono escolar? Es verdad que ambas estadísticas se refieren a momentos
diferentes ya que las pruebas PISA se hacen entre alumnos de 15 años y el dato
de abandono se toma en la franja de edad entre 18-24 años. Pero yo sospecho que
podría haber alguna conexión entre ambos. Ahí lo dejo...
[3]La excepción a esa regla son los
"clinical professors", ver aquí que
suelen ser profesionales que ofrecen conocimientos prácticos y que complementan
la educación ofrecida por los profesores con formación investigadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario