sábado, 3 de agosto de 2024

Bichos y función pública local (y II)

"En las oposiciones para el acceso a la Secretaría-Intervención será necesario incluir un tema que puede ser algo así como Función pública rural, fauna, medioambiente y biotopos semiurbanos"

 Por Ignacio Pérez Sarrion. esPúblico blog.- Las aves rapaces heridas, azores, cernícalos o no sé muy bien la especie. Eso sí, espectacularmente bellas. En varias ocasiones nos han traído a las oficinas aves rapaces heridas. Generalmente las ponen en unas cajas de cartón. En este caso sí que hay solución, se llamaba al Seprona que, eficientemente, se personaba con diligencia, la recogía y la lleva a un Centro de Recuperación de Aves de la C.A.

Reptiles como las serpientes de escalera. Un ciudadano viene y dice que ha encontrado una culebra que cree “de escalera” cerca de su casa y que cree que está protegida. Que qué hace. Dicho amablemente y con mucha empatía, pues vaya, pero yo que sé, oiga. Que la lleve al campo y que la suelte allí, supongo.

En el mundo reptiliano se incluyen otro tipo de bichos, como lagartijas y salamandras que escalan por las paredes.

Aves varias sueltas de tripas. Frecuentemente cuando te vas a ir, te encuentras que una ave ha dejado su huella escatológica sobre los cristales, retrovisor, faros, etc. Restos biológicos lanzados desde el aire. Arghhh.

Los tocinos industriales. Penetrantes aromas que invaden el pueblo cuando cambia la orientación del viento dominante. Bueno, todo el mundo está acostumbrado y se asume. Solución: aguantarse y esperar a que cambie el viento.

Las inefables ovejas que van dejando tras de sí un rastro de porquería en forma de bolitas o “perlas” negras que cada vecino se ve obligado a limpiar diariamente, cuando no van soltando pulgas a todo el que se acerca. Solución, aguantarse y limpiar. Anécdotas ovejiles hay muchas. En una ocasión, hace años, hicimos una plantación popular de pinos en una zona del término. Esa misma semana un ganado dirigido por un pastor de moral relajada, pasó por allí (lugar por otra parte prohibido) y el rebaño se zampó todos los pimpollos. El Ayuntamiento era tan considerado con los rebaños que cuando se fumigaban setos ornamentales dentro del casco urbano como las adelfas, hasta se avisaba a los ganaderos para que cuando salieran por allí evitasen a toda costa que se los comiesen, no fuera a ser que alguna oveja se intoxicase.

Las ratas y ratones urbanos. Supongo que todos tenemos contratos para mantener a raya a las plagas de los marditoh roedoreh en los lugares públicos y alcantarillas. Dejando aparte la situación que se creó por una ciudadana con Síndrome de Diógenes que tenía el corral invadido de basura y consiguientemente para las ratas aquello era un parque temático. Orden de ejecución urbanística y ejecución subsidiaria. Secretario herido con un corte documentando fotográficamente la situación.

Hace poco dejó de funcionar internet en un sector de la Casa Consistorial y la causa era que había ratoncillos que se habían metido por los conductos por los que van los cables y habían quedado por otra parte achicharrados. Lo tengo documentado.

Los pollos nocturnos. Hace poco, otra protesta. Alguien que no puede dormir en toda la noche porque hay unos pollos que pían toda la noche en el adosado de al lado. Los pollos semiurbanos. Y qué le vamos a hacer (ese día casi nos da algo de la risa, bueno, nos dio cuando se fue). Y algún gallo insomne que cocoricoquea mucho antes de lo que caría suponer. Ah, qué bello el agro.

Los buitres carroñeros. De repente un día vuelves a casa en la caída de la tarde por una carretera menos transitada que la entrada a una biblioteca y te encuentras siete buitres plantados en medio de la carretera zampándose un bicho, presunta y probablemente una liebre atropellada por un vehículo anterior. Frenazo. Y no se quitan ni a tiros. Tuve que esperar a que se zampasen el conejo o liebre atropellada en medio de la carretera. Los buitres parecían decir, de aquí no nos mueven, la vida está muy mala…

Jabalíes nerviosos y suicidas. Un buen día viene un conocido. La noche anterior ha tenido un tropiezo en la carretera. Ha atropellado a un jabalí que por supuesto ha pasado a mejor vida. El morro del coche, hecho cisco.

Liebres despistadas.  En determinadas zonas rurales, los vecinos te cuentan que la noche anterior han atropellado una liebre, pero haciendo ver que han ido a por ella. En determinados momentos esto era  casi un deporte.

Las cigüeñas parroquiales. Qué bella postal, cigüeñas con estilizada planta que crotorean sin parar, clap-clap-clap. Salvo cuando el nido que hay en lo alto de la torre acumula 400 kg de no sólo ramitas, sino todo tipo de desechos que amenazan caer sobre la vía pública y abrirle la cabeza a cualquier pacífico viandante. El Ayuntamiento intenta solucionarlo por sus medios. Pero ¡ah!, es una especie protegida, permiso de Medio Ambiente con condiciones. Además se responsabiliza al Ayuntamiento (!); que si demos cuenta, que si tenemos un plazo, que si personal especializado, que si hay que dejar no sé cuanto, etc. Antes lo hacía todo eso una ONG medioambiental pero ahora están a malas con Medio Ambiente; nos enteramos extraoficialmente que es porque les deben bastantes servicios que no les han pagado y se niegan a seguir haciéndolo (uno que creía que lo hacían gratis et amore). Solución: orden de ejecución por motivos de seguridad al Arzobispado como propietario de la Iglesia que acaba solucionándolo previa aquiescencia medioambiental.

Un circo familiar de los vecinos del norte, o sea, franceses. Se presentan y dicen que quieren montar al día siguiente un circo, que si les dejamos un terrenillo. Y aunque se le pusieron bastantes pegas debido a la premura de tiempo e imposibilidad de tramitar una autorización en condiciones, seguros, licencias, guías, el problema de comprobar la escasa documentación (fotocopias churretosas en francés y sin traducción). Finalmente obtuvo un terreno de alguien y por supuesto, sin papeles, montó. Dijo que de animales llevaba un pony. Realmente después, resultó que eran dos y llevaba también un león resabiao de la misma edad que Matusalén poco antes de morir y no se le ocurrió otra cosa al gabachín que exhibirlo en una jaula a la puerta del Colegio para que los niños pidieran a sus padres que le llevaran por la tarde al circo. Ese día casi me da un infarto.

Tejones. La penúltima ha sido la existencia de tejones que se dedican a talar nuestros chopos de una mejana municipal cuya explotación tenemos externalizada. No quiero saber cómo se ha solucionado. Ni sabía que había tejones por aquí.

Pues eso, qué bello es el mundo, el rural, tan lleno de seres vivos. En las oposiciones para el acceso a la Secretaría-Intervención será necesario incluir un tema que puede ser algo así como Función pública rural, fauna, medioambiente y biotopos semiurbanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario