El 'Caso Koldo' ha evidenciado la falta de barreras que deben superarse para ejercer un cargo de alta responsabilidad en España
Revista de prensa. Por Fernando González. Cadena Ser.- La transparencia y la credibilidad son dos pilares fundamentales en cualquier democracia. Esta semana se destapaba una presunta trama de corrupción en torno a Koldo García, asesor del ministro José Luis Ábalos. El control sobre las personas de confianza de los ministros es un tema difuso. Nadie evalúa si los asesores, que ocupan puestos extremadamente delicados, están cualificados para ejercer dicha función. La falta de regulación a la hora de permitir que alguien ocupe un alto cargo cuyo objetivo es mejorar la gobernanza de un país es una de las principales cuestiones que han surgido a raíz del Caso Koldo.
Hugo Garrido es jefe de la unidad de datos de demócrata.es y ha pasado por los micrófonos de A vivir para hablar de la figura del asesor. Desde demócrata.es han lanzado "Quién es quién: asesores parlamentarios". Esta herramienta recopila información en relación a los asesores que tiene cada partido y muestra datos como el salario, cargo, partido o nombre.
"En los grupos parlamentarios se crean unas cuotas que se reparten por criterios de proporcionalidad en base al número de escaños. Dentro de esas cuotas existen unas escalas salariales que, según cómo decidas pagarles, consumirán una serie de créditos. Es decir, puedes tener menos asesores pero mejor pagados o más asesores pero peor pagados", comenta Garrido. En el caso del Congreso hay 357 personas reconocidas como asesores.
Con esta cifra, se puede casi establecer que cada diputado tiene, al menos, un asesor. La realidad es que cada grupo parlamentario distribuye como quiere a estos asesores. "Ayudaría a generar confianza saber cuáles son las funciones del asesor así como conocer su trayectoria", afirma Garrido. El alto número de asesores junto con el desconocimiento que tienen los ciudadanos acerca de estas figuras alimenta una sospecha sobre su honorabilidad que termina por convertirse en certeza con casos como el del Ministerio de Transporte.
Garrido concluía que "sería positivo tener acceso a la información de los asesores porque de esta manera sabríamos si están ahí porque les deben un favor, porque pertenecen a la juventud del partido o porque el padre dirige un periódico". El 'Caso Koldo' ha inyectado otra dosis más de desconfianza en la clase política cuyos efectos serán difíciles de revertir.
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