sábado, 8 de junio de 2024

Unión Europea: Mucho más que un mercado

El anterior primer ministro italiano publica en exclusiva en Agenda Pública a dos días de las elecciones europeas. El autor del informe del Consejo Europeo que marca la hoja de ruta para la UE de las próximas décadas señala: "Europa tiene ante sí un futuro brillante. Las elecciones de 2024 marcan un punto de inflexión, un nuevo comienzo". Agenda Pública, una vez más, expresa su compromiso europeista en una España líder del debate internacional.

Por ENRICO LETTA .-Agenda Pública blog.- Soy optimista sobre el futuro de la Unión Europea tras estas elecciones. Recuerdo bien lo que ocurrió la última vez, cuando Europa parecía al borde de la desintegración. Yo estaba en París, en Sciences Po, y junto con los estudiantes seguimos con gran atención toda la campaña electoral. Cada debate, cada mitin, cada declaración era analizada y discutida. Las palabras clave de aquella campaña fueron Brexit, Frexit, Italexit y otros términos similares que evocaban escenarios de salida de la Unión Europea. Todavía estábamos en la última fase de la borrachera colectiva provocada por la elección de Trump y el Brexit, acontecimientos que habían arrasado Europa entre 2016 y 2019. Todo parecía apuntar a un descalabro inminente. El Brexit se había convertido en un poderoso mensaje de desconfianza hacia la Unión Europea en su conjunto, poniendo en tela de juicio todo el proyecto de integración de la UE.


En aquel momento, se hacían predicciones sobre qué países serían los siguientes en salir, empezando por Grecia, que había sufrido enormemente los errores de las instituciones europeas en la gestión de la crisis financiera. La dinámica de las salidas parecía imparable e implicaba a algunos de los países europeos más importantes, entre ellos tres de los seis fundadores de la Unión: Francia, Italia y los Países Bajos. La campaña electoral estuvo dominada por cuestiones existenciales para la propia supervivencia del proyecto de la UE. Aún recuerdo la ansiedad y la tensión de aquellos días, el temor a que Europa pudiera desmoronarse realmente bajo el peso de sus contradicciones internas. Al final, el resultado de las elecciones nos hizo respirar aliviados: el europeísmo había resistido, mucho mejor de lo que auguraban los pronósticos más optimistas. La Unión Europea había demostrado una resistencia que muchos habían subestimado.

Esta vez, el tono y el contenido de la campaña van en una dirección completamente distinta. La idea de Exit está definitivamente pasada de moda. El desastre británico sirve de advertencia de que separarse de Europa fue un error brutal para un país tan grande y ya acostumbrado a muchas salidas y grandes dosis de independencia como el Reino Unido. Imaginemos lo que podría significar para otros países europeos más pequeños o más estrechamente integrados de lo que estaba el Reino Unido. Hoy ya nadie habla de Exit. Nadie cuestiona la idea integracionista de la Europa comunitaria. Incluso los antiguos euroescépticos abordan ahora la campaña electoral con un pragmatismo que huele a giro de 180 grados.

En esta campaña electoral, debatimos sobre los méritos de las políticas europeas, las formas de cooperación entre países y los métodos, más o menos comunitarios, que deben aplicarse según los temas. Hablamos de sostenibilidad, de innovación tecnológica, de políticas sociales y de cómo afrontar juntos los grandes retos globales, desde el cambio climático a la gestión de las migraciones. La pandemia ha enseñado a Europa la importancia de la solidaridad y la cooperación, y este espíritu se refleja en los discursos y programas de los candidatos.

No se puede dejar de ver en ello un rasgo central de la campaña electoral europea de 2024. Europa parece haber recuperado un nuevo equilibrio, una nueva conciencia de su propia fuerza y potencial. Existe un consenso generalizado de que la Unión Europea no sólo puede sobrevivir, sino que puede prosperar y convertirse en un modelo para el resto del mundo.

Yo mismo fui testigo de ello al recorrer 65 ciudades de la Unión y de los países que aspiran a adherirse a ella para preparar mi informe sobre el futuro del mercado único (Much more than a Market, presentado al Consejo Europeo el 17 de abril de 2024). En las más de 400 reuniones que mantuve con instituciones, interlocutores sociales, empresas y representantes de la sociedad civil y el mundo académico, quedó clara la ambición de crear un espacio político cada vez más integrado y de dejar de considerar la Unión y su mercado único como una mera zona de libre comercio, para dotarla de objetivos sociales, medioambientales y políticos cada vez más amplios.

Este planteamiento se refleja en las propuestas y programas electorales de los distintos candidatos, que hacen gran hincapié en la necesidad de reforzar la cooperación y la cohesión social dentro de la Unión.

Al mirar al futuro con optimismo, no puedo evitar reflexionar sobre lo mucho que ha cambiado el panorama político en pocos años. Del temor a la desintegración hemos pasado a una fase de consolidación y renovación. Las lecciones aprendidas del pasado han hecho a Europa más fuerte y más unida. Este es un momento crucial, en el que se están sentando las bases de una Unión Europea más cohesionada, capaz de afrontar los retos del futuro con determinación y visión de futuro.

Creo firmemente que Europa tiene ante sí un futuro brillante. Las elecciones de 2024 marcan un punto de inflexión, un nuevo comienzo. Es hora de construir sobre estos cimientos, de seguir trabajando juntos por una Europa más justa, más sostenible y más unida. Y, recordando aquellos días en París, me siento orgulloso de haber formado parte de este viaje, de haber visto con mis propios ojos la transformación de un continente que, a pesar de todo, nunca ha dejado de creer en su proyecto común.

La campaña electoral de 2024 representa un cambio significativo con respecto al pasado. Si antes el debate estaba dominado por el miedo a la desintegración y los movimientos euroescépticos, ahora se centra en cómo mejorar y reforzar la Unión Europea. Los temas principales son la sostenibilidad, la innovación, la justicia social y la cooperación. Estos temas constituyen el núcleo de mi informe, que espero contribuya a reforzar la visión de Europa ante todo como una comunidad de valores compartidos y objetivos estratégicos.

Confío en que, con esta nueva perspectiva, la Unión Europea seguirá prosperando y siendo un faro de esperanza y progreso para el mundo entero.

 *Enrico Letta es Presidente del Instituto Jacques Delors. Fue decano de la Escuela de Asuntos Internacionales de Sciences Po París (PSIA) y ex primer ministro italiano. Fue secretario general del Partido Democrático Italiano (PD) de 2021 a 2023. Fue ministro de Asuntos Europeos de 1998 a 1999.

No hay comentarios:

Publicar un comentario