"La dimensión de la agenda, recae en la creación de una Nueva Agenda Urbana en el Hábitat III (2016) con el fin de crear un futuro mejor y más sostenible, en la que todas las personas tengan igualdad de derechos y de acceso a los beneficios y oportunidades de los servicios que ofrecen los municipios"
Por Laia Màrquez Muñoz .-Mujeres en el Sector Público.- El municipalismo en España a partir de finales del siglo XX
y especialmente a inicios del 2000, ha ido cambiando y se han ido creando unos
ayuntamientos cada vez más complejos. Como indica Blanco, Gomà y Subirats
(2018), hacia 2000 se inicia un nuevo período que viene dado por la presencia
del ámbito local en las redes multinivel, la intensificación de la gobernanza
relacional y la entrada en crisis de las estructuras tradicionales de
participación.
Actualmente, los ayuntamientos están trabajando en políticas públicas de
materias diversas, más allá de las competencias obligatorias, y con alta
capacidad de gestión. Esta situación está llevando a un nuevo municipalismo
que, para Blanco y Gomà (2016), es un proyecto transformador, de ampliación
democrática, de empoderamiento social y de reconexión de las instituciones de
bien común.
Municipalismo con dos perspectivas: estructural y agenda
Este nuevo municipalismo puede verse desde dos perspectivas:
la estructural y la agenda.
En primer lugar, la apuesta estructural considera que los municipios aumentan
su poder como actores políticos, gracias a su transformación en favor de su
interdependencia. Es decir, actualmente se está avanzando hacia un mundo en el
que los municipios participan de forma equitativa y trabajan para implementar
políticas con otros ayuntamientos, o incluso otros gobiernos de diferentes
escalas administrativas, como se verá en el caso de la perspectiva de agenda.
Un ejemplo de la dimensión estructural, en este caso de ámbito global, es el
Observatorio Internacional de la Democracia Participativa (OIDP). Este ente es
una red internacional abierta a todos los municipios, organizaciones y centros
de investigación que quieran conocer, intercambiar y aplicar experiencias sobre
la democracia participativa.
Probablemente el hecho de que algunos de los instrumentos de participación
ciudadana, como los procesos participativos, se hayan expandido a nivel
internacional desde la escala municipal ha sido, en parte, gracias al
Observatorio Internacional de la Democracia Participativa.
En segundo lugar, la dimensión de la agenda, recae en la creación de una Nueva
Agenda Urbana en el Hábitat III (2016) con el fin de crear un futuro mejor y
más sostenible, en la que todas las personas tengan igualdad de derechos y de
acceso a los beneficios y oportunidades de los servicios que ofrecen los
municipios. En la práctica, esto ocurre para que la ciudadanía pueda realizar
sus actividades, al menos las esenciales, en entornos sin riesgo o dicho de
otro modo, sin exclusión. A modo de ejemplo, que todas las personas puedan
acceder, si lo necesitan, a un centro de salud de forma rápida y fácil (que no
esté muy lejos, con una carretera no peligrosa…).
Tres dimensiones
La Nueva Agenda Urbana tiene como misión trabajar en tres
dimensiones o direcciones:
● Localizar derechos sociales. En primer lugar, reducir la desigualdad ya sea
de manera predistributiva (antes de entrar el mercado), como es el caso de la
renta básica. En segundo lugar, fortalecer a las comunidades, como a través de
los equipamientos de proximidad bajo el concepto de Palacio del pueblo de
Klinenberg (2021). En tercer lugar, reconocer la diversidad de género, edad y
origen.
● Generar transiciones ecologistas. Tanto desde la perspectiva de la justicia
del espacio que pasa por garantizar que todo el mundo tenga una vivienda digna,
como la justicia ambiental con una movilidad sostenible, como invertir más en
la cantidad y calidad de transporte público.
● Forjar economías comunitarias. Con la creación de economías verdes y
cooperativas de proximidad, de cooperación, de colaboración y solidarias, en
las que toda la ciudadanía tenga cubiertas las necesidades básicas y exista una
apuesta en favor de la transición digital.
Es importante mencionar que, aunque muchas de las políticas públicas que deben
aplicarse para dar respuesta a la Nueva Agenda Urbana tienen incidencia en los
municipios, esto no quiere decir que las tengan que hacer los ayuntamientos.
Como indican Blanco y Subirats (2012) no todas las políticas urbanas (objeto de
estudio de los conflictos de las ciudades) son únicamente políticas locales,
que además en función del territorio se organizan de forma diferente, en el
caso de Cataluña son los municipios, veguerías, comarcas, provincias, entidades
metropolitanas, entidades descentralizadas, mancomunidades de municipios y caso
especial de Arán. Las políticas locales, sin lugar a dudas, desempeñan un gran
papel en las políticas urbanas ya que son las administraciones más cercanas a la
ciudadanía, pero no todas las políticas urbanas son competencia de los
municipios. Cada vez más la tendencia es trabajar por unas políticas multinivel
en las que diversas administraciones participan. A modo de ejemplo, la Ley de
dependencia, aprobada en 2006 por parte del gobierno central, se está
implementando por parte de la Generalitat de Catalunya y también desde los
ayuntamientos.
Nuevos modelos más saludables
Un estudio más reciente, relacionado con la Nueva Agenda
Urbana, es el de Nieuwenhuijsen (2020). Este autor considera que la pandemia ha
dado paso a la construcción de de nuevos modelos urbanos en los que las
ciudades deben ser más saludables, a partir de los siguientes objetivos:
● Ciudad compacta. La finalidad que se desea conseguir es reducir el CO2.
● Supermanzanas. La realización de políticas urbanísticas verdes, reduciendo la
contaminación acústica y atmosférica.
● La ciudad está a 15 minutos. Para que las desigualdades se reduzcan, sería
idóneo que toda la ciudadanía tuviera los servicios esenciales a un máximo de
15 minutos andando.
● La ciudad sin coches. Para que se cumpla este objetivo, sería necesario
invertir en la cantidad y calidad de infraestructuras para el transporte
público.
En conclusión, los ayuntamientos están caminando hacia un nuevo municipalismo
en el que la gobernanza democrática será clave para sacar adelante políticas
públicas, tanto en gobiernos de un mismo nivel, como es el caso del escenario
que proporciona el Observatorio Internacional de la Democracia Participativa,
como entre administraciones de distintos niveles, como es el caso de la Nueva
Agenda Urbana.
*Laia Màrquez Muñoz.- Graduada en Ciencia Política y de la Administración Pública por la Universidad
de Girona y master interuniversitario (UAB-UB-UPF-Escuela de Administración
Pública de Cataluña) de Gestión Pública. Estudiante del doctorado en Ciencias
Políticas en la Universidad de Girona. Trabaja como investigadora en el Grupo
de Administración Digital y Electrónica de la UOC (Universitat Oberta de
Catalunya) y es técnica de participación en el COLPIS (Colegio de Politología y
Sociología de Cataluña).
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