miércoles, 6 de abril de 2022

Carles Ramió: Metaverso y Administración pública

"Las posibilidades del metaverso en este ámbito son enormes. Si recordamos el antiguo juego del SimCity y lo adaptamos al metaverso sus potencialidades en términos de participación ciudadana y de innovación pública y social son enormes"

Por Carles Ramió -esPúblico blog.- El metaverso es todavía un lienzo en blanco y, de momento, estamos justo en el inicio de su potencial desarrollo. Pero hay grandes empresas que han apostado por su desarrollo y no solo la empresa Meta (antigua Facebook) sino también Microsoft, Google, etc. Estas corporaciones son las que van a promover plataformas de metaverso en las que hay ya muchas empresas potentes que están presentes (Nike, Adidas, Nisan, BMW, Coca-Cola, etc.) e incluso grandes universidades (Harvard, Stanford y Ofxord). Por tanto, son indicios claros de que se nos viene encima una nueva revolución tecnológica.

El metaverso viene a ser como un videojuego en el que podemos jugar mediante nuestro propio avatar utilizando la realidad aumentada y la inteligencia artificial que va a facilitar que tengamos experiencias muy cercanas a la realidad. Pero la principal característica es que estas especies de videojuegos no serán fantásticos, sino que serán réplicas del mundo real generándose una realidad digital paralela que puede tener impacto en la vida real. Ya hay muchos metaversos en funcionamiento. Los más destacados son Second Life (que opera como una red social en el que tu avatar se puede relacionar con los otros avatares). Tu avatar puede comprar bienes (propiedades, automóviles, ropa de marcas comerciales reales) de manera virtual, pero con dinero real. Pero el avatar (es decir tú mismo) puede asistir a conferencias y cursos impartidos por Harvard, Standford o Oxford. Otro ejemplo conocido es Roblox en el que Nike lanzó Nikeland. Muchas empresas líderes en sus sectores están ubicando en los metaversos sus propias fábricas donde podemos observar y evaluar su proceso real de producción.

Lo que es realmente interesante del metaverso es como estas realidades virtuales pueden impactar en el mundo real. Por una parte, ya hemos dicho que las compras que hacen los avatares su utiliza dinero real. Por otra parte, las empresas presentes en los metaversos consideran que su impacto publicitario en los mismos multiplica por diez el impacto de la publicidad convencional. Es decir, que una marca esté presente en el metaverso puede incrementar de manera notable sus ventas en el mundo físico. Y un ejemplo más impactante: tu avatar ha asistido a cursos y seminarios impartidos en universidades del máximo prestigio. Si tu demuestras que este avatar eres tú puede ver reconocida formalmente esta formación y poseer títulos y certificados que te permitan progresar en el mundo profesional real.

En este momento el lector se puede preguntar: ¿todo esto qué tiene que ver con la Administración pública? Mi respuesta intuitiva es que mucho. Pongamos algunos ejemplos:

-Hace pocos días la comisaria de la competencia de la Unión Europea, Margrethe Vestanger, afirmó que la UE tiene que comprender mejor en qué consiste el metaverso para poder regularlo. El primer elemento que nos viene a la cabeza es la regulación de dónde hay que pagar los impuestos de estas transacciones comerciales que en la actualidad ya está moviendo miles de millones de dólares.

-El metaverso puede abrir las puertas a un nuevo modelo de socialización en que las personas que viven solas, ancianas y con problemas de movilidad puedan tenerla la posibilidad de desarrollar una vida personal mucho más plena. Las posibilidades el metaverso a nivel de asistencia y protección social son enormes, pero nos encontramos con el problema de que en España el cuarenta por ciento de la población no posee las competencias digitales mínimas para poder acceder al metaverso. Hay, por tanto, que impulsar de manera urgente programas de alfabetización digital para que la parte de la sociedad más necesitada de estímulos sociales pueda acceder a este nuevo mundo.

-La Generalidad de Cataluña con el apoyo de la Cámara de Comercio de Barcelona ha presentado a principios de 2022 su propio metaverso (CatVers) con el que 150 empresas y entidades han mostrado interés en el mismo. La idea es que en el mismo se produzcan transacciones económicas reales de la mano del Blockchain. Se trata de una iniciativa modesta y con una dudosa intencionalidad política pero no deja de ser un experimento público con participación privada interesante.

-Todos los pronósticos indican que el metaverso va a tener un impacto enorme en los ámbitos de la sanidad y de la educación. Se trata de dos ámbitos sensibles, de interés general y afortunadamente de dominio mayoritario público en nuestro país. Hay que estar atentos ya que se puede producir un proceso de privatización de la sanidad y la educación por esta vía. Un ejemplo: el Ministerio de Cultura de Grecia ha lanzado con Microsoft la recreación de las ruinas de Olimpia. No es desdeñable la posibilidad de que el sector privado se apropie del patrimonio cultural de nuestras ciudades y países con fines comerciales tal y como apuntaba Pimentel en un artículo en este mismo blog. Esta iniciativa griega abre el camino a un cierto dominio o participación pública ante esta eventualidad.

-Llevamos tiempo impulsado dinámicas de participación ciudadana y también dinámicas de innovación vinculadas a la participación ciudadana. Las posibilidades del metaverso en este ámbito son enormes. Si recordamos el antiguo juego del SimCity y lo adaptamos al metaverso sus potencialidades en términos de participación ciudadana y de innovación pública y social son enormes. Por ejemplo, algunos analistas consideran que el metaverso puede transformar las comunidades de vecinos. Un primer paso que puede extrapolarse a dinámicas de participación ciudadana en nuestros ayuntamientos. Pongamos un ejemplo: la ciudad de Seúl impulsó el año pasado el Metaverso Seúl para ir dibujando colaborativamente esta ciudad en el futuro (“Visión Seúl 2030” y “ciudad emocional del futuro”). Esta iniciativa está todavía en una fase muy germinal pero la idea es proporcionar públicamente diversos servicios de apoyo cívico y empresarial, sistemas de atención de quejas ciudadanas mediante reuniones entre ciudadanos y funcionarios por medio de avatares e incluso está previsto que en este metaverso puedan gestionarse procesos administrativos.

He iniciado el artículo afirmando que el metaverso es todavía un lienzo en blanco pero la velocidad para rellenarlo va a ser muy rápida. Los primeros en dibujar van a marcar inevitablemente el territorio. ¿Es sensato que las administraciones públicas queden al margen?

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