Mostrando entradas con la etiqueta Fuencisla Gaitero. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fuencisla Gaitero. Mostrar todas las entradas

martes, 4 de noviembre de 2014

Cinco razones para usar la Gamificacion en el aprendizaje de los Empleados Públicos

"La participación en competencia con el compañero o entre equipos, resulta retadora, divertida y con un mayor componente de motivación intrínseca del los participantes"

blog trabajandounpocomasporunpocomenos. Fuencisla Gaitero. Pregunte a cualquier profesor de primaria o de universidad o a cualquier ponente si se enfrenta o no en su aula a la falta de atención y motivación de sus alumnos y sobre todo si emplea alguna técnica para incrementar la atención y vencer la dispersión de los presentes en su aula.
 
¿Qué pasa con la atención?
Cada vez más estamos acostumbrados a la multitarea o “multitasking” continua. Y este no es un aspecto que afecte solo a las nuevas generaciones porque también los no-nativos digitales estamos contagiados: asistimos a una reunión y a través de nuestro teléfono móvil contestamos a un correo urgente, vemos una película en la televisión y respondemos por whatsup a una pregunta que nos ha hecho algún amigo,
o atedendemos los mensajes de un grupo. La multitarea tiene una fuerte presencia en nuestras vidas y afecta a nuestra concentración. Tanto es así que algunas universidades tan prestigiadas como

Standford recomiendan a sus alumnos al empezar un curso que no hagan más de una cosa a la vez. ¿Somos más eficientes y productivos? o ¿menos?. Este es un tema muy recurrente y controvertido y que quizá sea objeto de otro post.
 
Pero volviendo a la atención y motivación de los alumnos, hay que decir que se ha escrito mucho y de forma muy reiterada sobre cómo deben abordar este aspecto los profesores actuales, cuya formación ha sido en aulas y pupitres. Y en este sentido, todos deberíamos aplicar la autocrítica y preguntarnos si los que fallamos en captar la atención somos nosotros o los que nos deben de atender: los niños en las escuelas, los jóvenes en las aulas de las facultades o campus y, en definitiva, los alumnos, cualquiera que sea el entorno en el que se desarrolle el aprendizaje y la formación.
 
¿Y si usamos el juego?
La “Gamification” o Gamificación –si lo trasponemos directamente al español- también denominado por los menos ludificación –término que me parece el más inadecuado – se define como “el uso de elementos o mecánicas del juego en entornos o contextos no-lúdicos”. La Gamificación habitualmente se ha aplicado a las Ventas o al Marketing para la fidelización de clientes, pero comienza a emplearse de forma creciente en el aprendizaje y en la formación. Se trata, en definitiva, de buscar mecánicas de “engagment” o de compromiso, de fidelización y de involucración de clientes, consumidores y en este caso de participantes en un curso.
 
Los que se plantean una mejora continua en el ámbito de la gestión pública, en este caso concreto, en la gestión de la formación, pueden implementar este método para la potenciación y mejora en la enseñanza y en el aprendizaje. Este no es nuevo, y cada vez más empieza a formar parte de los procesos de aquellos que trabajan en el mundo de la educación y de la formación, con independencia de su perfil y rol: directores de escuela, jefes de estudio, directores de departamento, rectores universitarios, gestores de la formación y cómo no, en último término, profesores –uno de los eslabones más importante junto con el alumno en el proceso del aprendizaje.
 
Así que, ¿por qué no? ¿por qué no emplear las mecánicas y dinámicas del juego en la mejora de la motivación de los participantes?, ¿qué factores tiene un juego para que nos empleemos más a fondo? ¿por qué no pasamos de un modelo de formación en las Administraciones Públicas más enfocado al incremento del aprendizaje del empleado público junto con, pero no exclusivamente, la búsqueda del mayor experto en la materia como profesor?.
 
Si tras realizar ese análisis previo aún no tenemos muy clara la idea de implementar estas mecánicas del juego en el desarrollo de una acción formativa, os daré a continuación algunas razones para abordar un proyecto de estas características. Espero en sucesivas intervenciones en este Blog poder aportar algunas reglas asícomo alguna técnica que podría emplearse partiendo de experiencias.
 
Las 5 poderosas razones para implementar la Gamificación en la Formación son estas:
 
1.- Estamos acostumbrados: desde niños estamos jugando
La vida en sí es un largo recorrido en torno al aprendizaje continuo. Caer y volver a levantarse hasta que conseguimos caminar correctamente, empezar a hablar o a escribir cometiendo fallos hasta que dominamos la técnica. Asimilar el fallo en un entorno no real o lúdico mejora el nivel de tolerancia al error. El juego lo asociamos a la diversión y al entretenimiento. Los juegos consiguen abstraernos de la realidad y esto es ventajoso por la seriedad, trascendencia y rutinas del día a día en nuestros trabajos.
 
Como sostiene Jane McGonigat, una diseñadora de juegos, en su charla en TED “jugar puede hacer un mundo mejor” y como ella dice aunque actualmente pasamos 3 mil millones de horas en juegos online, este tiempo de juego no es suficiente para resolver los problemas más acuciantes que tiene el mundo y aún necesitaríamos jugar más.
 
2.- Promueve emociones positivas
Las emociones y sentimientos tanto positivos como negativos forman parte de nuestras vidas y dan lugar a que seamos capaces de que resolvamos un problema o realicemos una actividad nueva. En definitiva, actúan como resortes que nos impulsan a actuar para conseguir nuestros deseos y satisfacer nuestras necesidades.
 
Algunas de las reacciones fisiológicas y de comportamiento desencadenan emociones innatas (sorpresa, miedo), mientras que otras pueden adquirirse. Unas se aprenden por experiencia directa, como el miedo o la ira, pero muchas emociones se aprenden de la observación de las personas de nuestro entorno, familia, amigos, etc.
 
Cuando oímos hablar de jugar en nuestra cara se dibuja una sonrisa. El papel del juego en la educación es evidente porque a partir de elementos de motivación extrínseca (medallas, recompensas, puntos, regalos, etc.) directamente ligados a la diversión y a la superación de una meta conseguimos incrementar la motivación intrínseca, la que sale de cada uno de nosotros. Según José Ignacio Bescós, experto en neurociencia, el cerebro reacciona de forma positiva a los estímulos del juego, lo que lleva al efecto positivo de cualquiera de la iniciativa de gamificacion, aplicada a la gestión de recursos humanos” y en este caso al ámbito de la formación.
 
3.- Es una técnica novedosa en el terreno de la formación en las Administraciones Públicas
Cuando digo novedosa no quiero decir que no se haya empleado. Si bien, no de forma generalizada, y hoy por hoy constituye una tendencia en la educación unida al uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación o TIC. Cada vez más las tendencias en el aprendizaje tanto formal como informal va unido a una participación más activa del alumno, bien sea de tipo individual o de forma colectiva, en equipo. La participación de alumnos, con carácter general, sólo se ha circunscrito a la superación del curso y por tanto a la obtención de una nota, diploma o documento que lo acredite.
 
El planteamiento que traigo aquí se trata de que el proyecto debe ser más ambicioso y debe abordar una mayor generalización y empleo de estas mecánicas del juego  en el desarrollo y ejecución de la parte practica del curso (realización de supuestos prácticos, talleres, resolución de problemas, superación de tareas o de cuestionarios tipo test).
 
Pero voy a ir más allá, no es necesario que las tareas o de los supuestos prácticos las asociemos a un videojuego. Podemos empezar por algo más sencillo, simplemente asociando su realización a la de un juego, como algo divertido, o como una competición o carrera para la obtención de una recompensa o mención.

Inclusive, empleando la piscología inversa y por el hecho de “compartir en forma de juego aquello que estimamos que ofrece una imagen adecuada o que nos gusta de nosotros mismos”, como postula Enrique Dans en su Blog.
 
4.- Los empleados públicos somos competitivos
Con carácter general, los seres vivos, especialmente los mamíferos y los seres humanos en singular, somos competitivos. En este sentido, el propio sistema de reclutamiento de personal se plantea como una competición, se elige al mejor.
 
Y, con carácter singular, el sistema de selección de los empleados públicos, es decir, el acceso al empleo público consiste en procesos selectivos –oposiciones y concurso-oposición- que incluyen pruebas a las que se accede en concurrencia competitiva con los demás aspirantes. De la superación de estos procesos serán nombrados funcionarios de carrera o personal laboral fijo, aquellos que lo aprueban situándose en los primeros puestos, siendo estos últimos el número de plazas aprobadas en las ofertas de empleo público correspondientes.
 
Es decir, procesos competitivos, que pueden ser una de las mecánicas del juego, son connaturales al propio empleado público porque su sistema de selección ha sido por competencia con el resto de aspirantes presentados, salvo la excepción de puestos eventuales o cuya provisión puede estar abierta a personal que no sea funcionario de carrera o laboral fijo.
 
 5.- Aprendemos más y mejor con menos esfuerzo
Lo asociamos a diversión y nos hace aplicarnos al máximo para ganar y a la par pasarlo bien. Incluso tareas que suponen un esfuerzo, como subir escaleras, se pueden realizar de forma divertida como se plantea en este vídeo.
 
Algunas afirmaciones que me han hecho ponentes de cursos al ver los resultados de talleres de prácticas en “modo gamificacion” son: “Nunca pensé que fuesen capaces de hacer todos los ejercicios del taller, sin embargo con el componente juego, ha sido posible”.
 
Si hay más compromiso y la superación de tareas o preguntas asociadas a la verificación de la transferencia del conocimiento y correcta comprensión de la materia objeto del curso está asociada a un juego, la participación en competencia con el compañero o entre equipos, resulta retadora, divertida y con un mayor componente de motivación intrínseca del los participantes.
 
 Contenidos relacionados:

miércoles, 28 de mayo de 2014

Seis razones por las que debemos usar el aprendizaje informal en las Administraciones Públicas #Admon20

“El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información” –Albert Einstein

Blog trabajandomasporunpocomenos. Fuencisla Gaitero

Como todos sabemos, el ritmo real de jubilaciones y bajas de empleados en nuestras administraciones está superando y con creces las previsiones hechas y cada vez somos menos empleados públicos, haciendo más, y esperemos que poco a poco mejor…, al menos, en el mayor número de servicios públicos en que esto sea posible.

Trabajando más con un poco menos
La formación y cómo mejorar el aprendizaje de nuestros empleados son dos aspectos sobre los que debemos mejorar en las Administraciones Públicas teniendo en cuenta que cada vez tendremos que estar “trabajando más con un poco menos”, y con esta referencia quiero hacer también un cariñoso guiño al nombre de nuestro Blog. Aunque su literal no me sirve y debo quitar un “por”, y poner un “con”, dado que el título del Blog se refiere a derechos y a retribuciones pero la expresión que ahora uso -es una tendencia, nada compartida por mí- se refiere a empleados públicos.
 
Lo que compartimos diversas organizaciones: Hablando de retos y tendencias en el aprendizaje y en la formación
 
Recientemente he tenido ocasión de asistir a un Foro Internacional sobre Formación en donde 27 países, algunos pertenecientes a la Unión Europea y otros no, podíamos compartir experiencias, opiniones y buenas prácticas en materia de formación, aprendizaje y de recursos humanos.
 
Este constituía el objetivo común de todas las organizaciones y administraciones presentes en el Foro aludido, al menos, desde que la crisis económica tuvo su indeseada pero cierta presencia en nuestros países.
 
 Así que desde el punto de vista formativo debemos atinar y acercar la oferta formativa a la demanda de nuestros empleados y eso lo hacemos, en parte, gracias a las TIC y con una detección de necesidades adecuada, coordinada y focalizada a las carencias formativas reales.
 
Derivada de la revolución tecnológica y educativa que vivimos, los expertos analizan cuáles son las tendencias en formación. Pero no hace falta ser un experto para ver qué es lo que está sucediendo y hacia dónde va el futuro. Por eso quiero compartir 6 ideas o reflexiones que debemos valorar y que se están abordando ya hoy en día en las organizaciones:
 
1. Comparte, enseña y lídera: “Share, show and lead”
Esta fue una de las “máximas” que saqué de allí y debo necesariamente compartir porque representa una de las principales y consolidadas tendencias en el aprendizaje: pon tu conocimiento en la red, en abierto, y si desarrollas un contenido, enséñalo.
 
Esta es la auténtica dimensión del aprendizaje informal, compartir, enseñar y a partir de aquí, comenzar a liderar o a dirigir esfuerzos. Claro reflejo de lo que se está haciendo en la mayoría de las organizaciones: generar contenidos formativos que se ponen a disposición de todos los empleados, en la intranet, vía twikis, foros o blogs. Y que, por tanto escapa de un programa o planificación formativa reglada.
 
Existen en muchos países modelos – más habituales de lo normal –basados en repartir la elaboración y actualización de contenidos formativos, creando grupos especializados que se encargan de los distintos temas o procedimientos específicos. Siempre tras la supervisión de un máximo responsable y con editores que permiten dar un visto bueno final antes de que se publiquen los contenidos.
 
Este es el modelo wikipedia, ni más ni menos, y es una de las tendencias más en alza y consolidadas ya en muchas organizaciones, por razones de coste, especialmente en aquellas organizaciones en las que hay una fuerte apuesta por aprender en el puesto de trabajo, como vamos a hacer referencia a continuación.
 
2. Aprendizaje en el puesto de trabajo
Esta opción ya no es tendencia, es realidad, y deriva de lo ya dicho anteriormente. Esto es lo que sucede en aquellos países en los que la rotación de empleados es de uno o dos años porque las relaciones jurídico-laborales de los trabajadores con la administración no tiene carácter de permanencia, como sucede en la Administración Pública española.
En este caso, es mucho más relevante tener un coste formativo reducido porque el personal formado se te acaba yendo, problema que debería abordarse desde una adecuada política de recursos humanos para retener el talento y evitar su pérdida.
 
Sin embargo, tuve ocasión de comprobar que no todos los países y organizaciones públicas allí reunidas estábamos en el mismo punto del camino en cuanto al grado de implantación de los sistemas de formación a distancia y online. Muchos están planteándose cómo empezar y qué tipo de plataforma adquirir.
 
Ahora los que ya tenemos estos sistemas implantados y conviviendo con la formación en las aulas físicas lo que debemos es plantearnos cómo formar a nuestros empelados y mandos intermedios en la manera de compatibilizar el trabajo con la formación en el propio puesto de trabajo. Estos deberían ser contenidos obligados de los planes de Formación: ¿cómo gestionar mejor el tiempo para incrementar la productividad de nuestros empleados?.
 
Muchas organizaciones lejos de hacer formación cuyas directrices y contenidos se diseñan centralizadamente, empiezan a perfilar que los jefes de equipo deben ser los responsables de la formación de todos los miembros del mismo.
 
 3. Aprendizaje con dispositivos móviles: “Mobile learning”
No es nada raro llegar a percibir por qué es ya el presente en algunas organizaciones y será el futuro… veamos: nuestros hijos, sobrinos, nietos, etc., todos ellos nativos digitales, adquieren habilidades, toman consciencia y aprenden contenidos a los que tienen acceso y sobre los que deberán demostrar más adelante su asimilación en las correspondientes pruebas de aprovechamiento y superación. Si nos preguntamos qué es lo que siempre llevan consigo, pero no solo ellos sino también nosotros, la respuesta es fácil: el teléfono móvil. Es cierto que todavía asisten a las aulas para escuchar al profesor, pero no para todos los contenidos.
 
Luego, el final de la reflexión está servido ¿hacia donde debemos llevar los contenidos de lo que necesariamente debe ser aprendido o conocido por nuestros empleados? hacia los dispositivos móviles, ya sean teléfonos, tabletas, portátiles, etc. Esta es la razón de la apuesta por la formación online y la gran fortaleza de los videos tutoriales y explicativos.
 
Hoy en día los contenidos deben ser accesibles desde todas partes, intranet e internet, desde el ordenador fijo del puesto de trabajo y desde el portátil, tablet, y smartphone. Os dejo este video ilustrativo –está en inglés- sobre lo que acabo de mencionar.
 
 4. Al aprendizaje informal nos mueve nuestra propia voluntad, por la motivación intrínseca
Se escapa de la demanda formativa colectiva a la individual: “lo elijo yo” y es uno de los poderosos móviles en la senda del aprendizaje. En pocas palabras, el empleado se vuelve autodidacta. Acude porque lo necesita para su puesto de trabajo o su carrera profesional.
 
La única condición que debemos observar es informar y ofrecer los contenidos continuamente. Debemos dirigir y dinamizar el aprendizaje y sobre todo, debemos elegir cuidadosamente los contenidos, por lo que resulta esencial un adecuado y correcto estudio y detección de necesidades, no solo contando con los responsables y jefes de equipo sino también con los empleados que son los destinatarios finales de la formación.
 
Hoy en día los planes de formación voluntarios son una potente herramienta de comunicación y motivación de nuestros empleados, por lo que debemos llevar aún más contenidos a la zona del aprendizaje informal y no reglado.
 
5. Mejora de la gestión del tiempo y la productividad
Hablaba en un post anterior sobre el respeto y consideración hacia el tiempo del alumno. Pero no solo en cuanto a cómo distribuir la exposición al contenido y material formativo sino al ritmo necesario para avanzar en su aprendizaje de la materia. Desde luego, cada uno sabemos cuándo y cómo debemos ponernos a aprender, leer y estudiar y como nos ha movido nuestra voluntad, somos más proactivos.
 
Pero además, la existencia del “2.0” ó “3.0” es lo que aporta valor y atractivo -“engagement”- a nuestros empleados generando comunidades de aprendizaje. Incluso permite incorporar comunidades ya existentes en el mundo digital cuyo nexo de unión puede ser conocido por nosotros o quizá no, pero con intereses comunes. Cuando uno de sus miembros descubre un contenido interesante para el grupo, lo comparte a través de sus medios y canales de comunicación. Las comunidades de aprendizaje se organizan y reparten roles, enfatizan y derriban materiales formativos, actúan, por tanto como selección natural y tienen más capacidad de crecer en la mejora continua, siendo más productivas.
 
6. Nuevas bibliotecas de aprendizaje digitales
Una de las principales preocupaciones de las organizaciones es la pérdida y la gestión del conocimiento. Qué es lo que se puede hacer para no perder la experiencia y conocimientos cuando los grandes expertos se van de la organización, bien porque se jubilan o porque se interrumpe su prestación de servicios. De qué manera sus clases y enseñanzas magistrales no se las lleva el viento, como a las palabras.
 
 La respuesta, de nuevo es sencilla, grabémosle en un vídeo, creemos un conjunto de recursos formativos en un formato pedagógico y didáctico -en un SCORM-. Seamos capaces de capturar antes de que nos deje su sabiduría sobre el tema en cuestión.
 
Construyamos repositorios llenos de recursos formativos que configuren nuevas bibliotecas de aprendizaje y de conocimientos, pero que se van colmando con una pluralidad de interconexiones entre sí.
 
Convivimos ya con una extensa red de aprendizaje informal, no reglado. Sólo teníamos que darnos cuenta, buscar una estructura de uso más o menos lógica para el usuario y potenciarla….
 
El siguiente reto es cómo gestionarla eficazmente.

 

martes, 25 de febrero de 2014

Fuencisla Gaitero: La innovación y la reinvención como elemento de motivación del empleado público

“Pero ha sucedido, gracias a ellos, a un grupo de empleados públicos que han innovado, se han reinventado y han aprendido nuevas  competencias de cuyo conocimiento carecían”
 
Fuencisla Gaitero. Blog trabajandounpocomasporunpocomenos.  Estas dos reflexiones sin duda han estado en el pensamiento de muchos jefes de equipo y directivos de las Administraciones Públicas  cuando a pesar y en contra de las opiniones de muchos han sido capaces de poner en marcha un nuevo proyecto o servicio. Es decir, han innovado: desde el punto de vista del resultado y también de las capacidades personales y profesionales de las personas involucradas en el proceso.
 
La externalización del servicio público como vía de escape 
Hubiese sido más fácil externalizar el servicio y que hubiese sido una empresa la que asumiese la realización del mismo. Este tipo de salidas a veces es la única, si se tiene en cuenta que es más eficiente y ágil poner en marcha un servicio con profesionales cualificados. No obstante aunque así sea a veces, el hándicap es la contratación pública: plazos, requisitos y otra serie de condicionantes que ralentizan la puesta en marcha del nuevo servicio.
 
Sin embargo, en este caso, se decidió y se apostó por hacerlo con medios propios, con empleados públicos. Inclusive aun cuando mayoritariamente los Cuerpos o Escalas de pertenencia de este personal no incorporasen los conocimientos de las técnicas y materias sobre los que pudiese asentarse un desarrollo y desempeño eficaz a priori.
 
La formación como instrumento de motivación profesional y personal
En principio sólo fue necesario contar con ellos, facilitándoles  la formación y la especialización necesaria. Fue preciso además entusiasmarles en el costoso y enorme esfuerzo de aprender nuevas materias desde cero, emplear nuevas herramientas informáticas y  adquirir otros conocimientos, a pesar de ser algo completamente nuevo y que generaba cierto vértigo por el cambio.
Fue necesario creer en ellos.
 
Imprescindible el trabajar en equipo, codo con codo,  solventando incidencias y problemas de nueva generación, con clientes –el ciudadano, otras compañeros o equipos de trabajo con conocimientos aún más difusos que los de ellos- pero con el mismo objetivo y finalidad, poner en marcha algo nuevo.
 
La superación personal como instrumento para derribar barreras y miedos
Y también fue necesario infundir ilusión para que se asumiese el reto.
Todos tenían ahí dentro el fantasma y el vértigo de la resistencia al cambio, pero todos se sentían acompañados y formando parte de un engranaje que funcionaba por lo que llamamos inteligencia colectiva y sobre todo por la estrecha colaboración. Fueron capaces de transformar los problemas en oportunidades y de creer en el resultado final y en que había que ir mejorando día a día el output.
 
Quizá en estos casos sí que se contó con el elemento de motivación intrínseca del grupo de empleados porque se les había trasladado un mensaje muy claro “cuento contigo y por eso invierto en ti”, lo que cada día  se pone más de manifiesto en la cuestionable productividad de aquellas empresas del sector privado con una tasa elevada de temporalidad como se señala en este  post.
 
En este sentido el sector público aventaja al sector privado. Afortunada -o desgraciadamente para otros- en las Administraciones Públicas no contamos con métodos tan controvertidos como el stan ranking  tan usado hoy en día y que supone el despido de los empleados que se encuentran en la zona valle de la campana de Gauss, por lo que la capacidad de motivación y automotivación en el empleado público debe ser aún mayor.
 
Para que se pueda gestionar el cambio es necesario apostar por el empleado público y facilitarle a través de las TIC y de la formación las herramientas y conocimientos técnicos necesarios y adecuados. Y por supuesto, es preciso ejercer un adecuado liderazgo por parte de los responsables, a los que, por cierto también hay que formar adecuadamente.
 
Este post esta basado en hechos y en experiencias reales. Pero además, la reflexión que toca hacer  ahora  no debe dirigirse hacia el factor intrínseco de la motivación del empleado público sino a lo que está fallando desde fuera: los móviles, las razones y los fundamentos de las decisiones adoptadas por los directivos públicos y si verdaderamente responden a un interés  público y de desarrollo económico y social veraz y honesto o más bien a intereses particulares,  puramente privados y clientelistas.
Enlaces relacionados:

miércoles, 20 de marzo de 2013

¿ Vive la Administración en otra Galaxia ?

En la blogosfera pública cada día nos sorprendemos con aportaciones interesantes a pesar de lo sosa que es nuestra burocracia. Uno de los blogs que más nos gusta es el titulado :  trabajandomasporunpocomenos, con contribuciones periódicas y lúcidas de sus tres autores: Fuencisla Gaitero, Antonio Anson y Gerardo Bustos. De este último, reproducimos el del pasado lunes 19 de marzo.


¿ Vive la Administración en otra Galaxia ?. Post de Gerardo Bustos 19.3.2013. Lo que ocurre con la Administración y las redes sociales no es el tradicional retraso a la hora de subirse a los carros. Sencillamente, vivimos en un mundo 2.0 y la Administración no está en él. Es la comunicación, estúpido.

 Voy a empezar con el optimismo de una excepción que confirma la regla:

En este vídeo podemos ver un magnífico ejemplo de uso de redes sociales por parte de las Administraciones Públicas, en general, y la Administración General del Estado (AGE), en particular. Nada menos que la Policía. Con humor y desenfado, con cercanía al ciudadano, con utilidad para el ciudadano. Por desgracia, no se trata de un caso habitual entre los organismos de la AGE.

Ajenos a la realidad
Desde la AGE se miran las redes sociales como si mordieran. El problema no es que la Administración Pública esté ajena al uso de las redes sociales. Realmente este hecho es sólo un síntoma del problema, la evidencia de un mal mucho mayor: no entiende el profundo cambio experimentado en la sociedad.  El hecho es que la AGE vive en otro mundo, ajena a la realidad.
Esta circunstancia no es nueva, pero en este caso es más grave, porque ya no significa llegar tarde, sino estar en el lugar equivocado. En definitiva, actuar y moverse como si estuviera en otra galaxia.

A modo de ejemplo, recordemos lo que ha tardado la Administración en asumir y generalizar tímidamente el pago con tarjeta de crédito, después de que ese sistema llevara ya décadas entusiasmando la sociedad. Baste recordar que la tarjeta de crédito llegó a España en los 60 y se generalizó en los 80. Muy pocos centros administrativos lograron vencer las trabas burocráticas y poner en marcha el cobro con tarjeta de crédito antes del cambio de siglo. Nada menos que cuatro décadas después.

La firma electrónica no arranca
Otra evidencia la tenemos ahora con la dificultad de extensión de la firma electrónica. Se han generado un mecanismo tan complejo, que la firma electrónica no termina de arrancar, a pesar de las campañas que se han realizado. Eso sí, legislativamente arranca con el Real Decreto Ley 14/1999, de 17 de septiembre. Trece años y medio nada menos.   Pero, claro, las leyes no cambian los comportamientos si no responden a ellos y no van acompañadas de las medidas adecuadas que facilitan su puesta en marcha.
En el entorno de las nuevas tecnologías algunos momentos nos enseñaron que la Administración llega tarde. Es el caso del uso de internet en los ordenadores de los empleados públicos en la AGE: durante años se prohibió y restringió su uso en buena parte de sus centros. Otro tanto ocurrió con el correo electrónico, también restringido durante años. Hoy tanto internet como el correo electrónico son herramientas usuales y aquellas primeras trabas al uso nos dan risa. Por no llorar, claro.

La AGE fuera de la galaxia 2.0
Aparentemente, la historia se está repitiendo de nuevo. Pero no es eso; estamos ante algo mucho peor. Lo que está ocurriendo con las redes sociales no es cosa de llegar tarde. Es el problema de no entender la Administración 2.0.  Y el problema es que todo se sumerge en la galaxia 2.0, mientras la AGE sigue en otra galaxia, como si fuéramos marcianos.

Todo está en la red y las redes sociales constituyen la mejor expresión de comunicación plena entre la AGE y los ciudadanos. Sin embargo, las redes sociales se usan simplemente como tablón de anuncios, en el mejor de los casos. Vamos, como usar un potente ordenador simplemente para sustituir la vieja máquina de escribir.

La Administración debería fomentar el uso de las redes sociales entre sus empleados, e implicarlos en la comunicación permanente con el ciudadano. En lugar de eso, muchos organismos prohíben y cierran el acceso a las redes sociales en sus centros. Todo lo más, se dan de alta en algunas redes, especialmente twitter, para informar al exterior (insisto, “informar a”, y no “comunicarse con”).  Por supuesto, sin “escuchar” y sin generar un entorno colaborativo con el ciudadano.